Habían pasado casi ocho días desde su dada de alta en el hospital, todo parecía marchar bien con su nueva vista, ya se había acostumbrado a la luz que iluminaba su habitación y a la que el imponente sol irradiaba todas las mañanas, a ver y a apreciar cada cosa que estaba a su alrededor, también había adoptado la costumbre de observar desde la ventana de su habitación la manchita blanca en el cielo todas las noches, cada vez se hacía más clara y lograba admirarla mejor, sin duda se estaba enamorando de la belleza de la luna, de ver como día con día ella iba cambiando su forma, Bob le había dicho que cuando es noche de luna llena esta era aún más hermosa.
Durante ese tiempo no había salido de casa, era su periodo de adaptación individual. Robert había sido un gran apoyo durante todos esos días, tristemente él tenía que irse a New York esa mañana en la cual Frank saldría de su refugio, a encontrarse con el mundo, sería su primer visita con una nueva doctora, ella sería como una guía para apoyarlo en este proceso, sus padres la habían contratado de manera particular para ayudarlo en su nuevo caminar, Jamia Nestor era su nombre.
Por otro lado desde el primer sueño que había tenido el día de su operación hasta la presente fecha la imagen del chico bonito no dejaba su mente, era la imagen más perfecta que había en sus pensamientos, lo veía con tanta claridad, cada detalle de su rostro, su cabello, y lo más importante era ver su sonrisa, porque le alegraba cada día, no siempre él estaba en sus sueños pero cuando lo hacía deseaba nunca despertar y conocerlo más, que le hablara, pero eso nunca pasaba, al parecer él era solo un espectador en esos sueños.
Nadie sabía de ellos aún, no quería decírselo a Bob porque lo consideraba algo muy íntimo, quería atesorar esas imágenes para él.
Sin embargo no todo era de colores pasteles y perfección, Frank había sufrido en la noche anterior un episodio muy parecido al de la vez pasada en su fiesta de bienvenida, según el reloj automático que estaba en su mesa de noche, eran las 1:06 am cuando sucedió.
Aunque le había dado muchas vueltas al asunto, estaba confundido y no sabría definir si fue un sueño o si estaba despierto ya que la sensación que tuvo era la de estar en ese lugar, aunque no físicamente, sino como si solo su conciencia estuviese ahí, fue un corto momento en el cuál dentro de lo que parecía un enorme edificio había fuego y humo, un par de personas golpeaban un vidrio, como si pidieran ayuda para salir de ahí, hubo gritos y de pronto se acabo todo, nuevamente era él solo con las penumbras de su habitación.
Casi no pudo dormir después de eso, reflexionando en el hecho que si bien había pasado años sin ver nada más que oscuridad, eso que estaba viendo no podía ser cierto, se sentía capaz para diferenciar la realidad y algo que no lo era, además estaba muy seguro que él nunca había estado en un incendio, así que de ninguna forma podría ser eso un recuerdo suyo.
Cuando su reloj sonó anunciando que eran las 8 a.m., se levantó de su acogedora cama y tomó una rápida ducha, luego se vistió con unos jeans blancos, una camisa roja y una chaqueta de cuero negra, antes de salir de su casa involuntariamente fue hasta el lugar donde solía dejar su bastón, lo observó y sonrió, por primera vez su fiel compañero se quedaría en su hogar.
James lo había invitado a desayunar y se había ofrecido a irlo a dejar a la terapia con Jamia, así que en menos de veinte minutos ambos iban caminando hasta una cafetería.
Frank se estaba debatiendo en su interior sobre contarle o no lo que le estaba pasando, consideraba que al ser James mayor que él, sería más sabio y quizás podría darle un buen consejo.
—¿Me estás tomando el pelo Frankie? —le preguntó riéndose. James creyó que quizás se trataba de una broma, pero la seriedad en el rostro de Frank no dejaba ver una pizca de algún tipo de juego en esa charla.
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𝐖𝐎𝐍𝐃𝐄𝐑𝐖𝐀𝐋𝐋 ➛Frerard
Misterio / SuspensoFrank Iero es un joven violinista, ciego desde una temprana edad. Una tarde recibe una llamada que cambiará el ritmo de su vida. Sucesos extraños comienzan a suceder después de su recuperación sin embargo no todo es malo, logra encontrar después de...