07: Mi culpa

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Después de aquella divertida y diferente cena, ambos chicos se tumbaron el sofá a ver una película marcando una cierta distancia entre ambos

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Después de aquella divertida y diferente cena, ambos chicos se tumbaron el sofá a ver una película marcando una cierta distancia entre ambos. Ambos estaban concentrados en la película hasta que el teléfono de la pelinegra vibró, Kaia observó al rubio quien se encontraba cruzado de brazos con sus ojos fijos en la pantalla y soltando una que otra risita cuando sucedía algo divertido para él. La pelinegra desbloqueó el aparato leyendo un par de mensajes que tenía de su padre.

Se sentía completamente patética escondiéndose de él cuando estaba segura de que no había cometido ninguna falta, ya no era una niña y seguía permitiendo que este la controlara como se le viniera en gana y estaba harta de aquello. Mordió su labio inferior con la mirada puesta en el aparato que tenía en sus manos pensando en que debía hacer sin darse cuenta de que el rubio a su lado se encontraba observándola desde hace un par de segundos preguntándose que estaba mal. El rubio puso en pausa la película y Kaia lo miró.

— ¿Todo bien? ¿Te aburriste de la película? — preguntó la pelinegra, el rubio negó.

— Eso te pregunto yo, ¿todo bien contigo? — preguntó este algo preocupado, lo que le pareció dulce y amable a la pelinegra.

— Oh sí, todo bien. No te preocupes, solo eran un par de mensajes…algo sin importancia. — mintió intentando sonreír, sentía una sensación extraña en su pecho tal vez tristeza, tal vez miedo, no lo sabía aún. Pero no quería hablar sobre el tema porque sentía que exploraría en llanto y eso sería un tanto vergonzoso para ella.

— Un par de mensajes sin importancia. — repitió el rubio sin creerle y la pelinegra asintió apretando sus labios. — Lamento ser tan sincero pero, eres pésima mintiendo, Kaia.

La pelinegra soltó una risa algo desganada.

— Lo sé, nunca se me ha dado bien mentir. — respondió con una pequeña mueca en sus labios mientras observaba sus manos.

— ¿Qué está mal? — preguntó el rubio acomodándose en el sofá para observarla mejor.

— Yo estoy mal. — habló con sinceridad tomando al rubio de ojos azules por sorpresa. — Últimamente te he culpado por todo lo que ha estado mal en mi vida desde que salió ese vídeo cuando la única que tiene la culpa de todo soy yo.

— ¿A qué te refieres con qué la culpable eres tú?

— Me refiero a que, — se acomodó quedando frente al rubio. —, Todo este tiempo he vivido bajo tantas normas, tantas reglas, tantos prejuicios por parte de padre que poco a poco dejé que él se apoderara de mi vida a tal punto que no puedo hacer algo sin pensar que tal vez al él no le guste y eso no debería ser así. Ya no soy una niña y sigo permitiendo que él me maneje a su antojo y aunque quiera que eso termine sé que no voy hacer nada porque soy una tonta asustadiza con miedo de lo que puedan pensar los demás, con miedo de lo que pueda pensar él. Ahora que lo pienso bien, él es quien ha estado detrás de mi compromiso con Levi aunque yo no estaba tan segura de comprometerme. Es decir, no estoy diciendo que no lo amaba o algo así, claro que lo hacía pero no estaba segura de comprometerme hasta que él… — se quedó en silencio.

𝗢𝗡𝗘 𝗡𝗜𝗚𝗛𝗧 - luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora