10: ¿Qué rayos?

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Kaia no supo de donde pero agarró un poco de valentía y entró al lugar donde se encontraría con su padre, Luke caminaba detrás de ella, siguiendo sus pasos

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Kaia no supo de donde pero agarró un poco de valentía y entró al lugar donde se encontraría con su padre, Luke caminaba detrás de ella, siguiendo sus pasos. Se detuvo de pronto inspeccionando todo el lugar en busca de su padre, sintió sus manos sudar y su corazón ir a mil por ciento cuando lo vio sentado en una de las mesas del fondo distraído en el menú en sus manos.

— Aún tienes la oportunidad de irte, puedo inventar alguna excusa. — habló para Luke pero sin quitar la mirada de su padre.

— No me iré.

La pelinegra se giró para mirarlo encontrándose con esos profundos e intensos ojos azules.

— ¿Estás completamente seguro?

— Sí. — respondió sin más.

— ¿Estás enojado conmigo? — se sintió estúpida después de que esas palabras salieran de su boca. Era obvio que lo estaba.

— ¿Podemos terminar con esto de una vez? Por favor. — ignoró por completo la pregunta de la muchacha. Ésta suspiró mientras asentía y caminó hacia la mesa donde se encontraba su padre con Luke siguiéndola. La pelinegra se detuvo justo al frente de su progenitor, Luke estaba a su lado. Ambos tenían que admitir que la cara del hombre los intimidaba un poco.

— Pensé que no vendrían. — fue lo primero que salió de su boca justo cuando ambos estaban sentándose.

— Te dije que vendría. Vendríamos. — corrigió, recordando al rubio a su lado.

— ¿Quién eres y qué quieres de mi hija? — fue directo al grano, observando con seriedad al rubio quien se removió incómodo en su asiento. Kaia se cubrió el rostro con su mano por unos segundos. La estaba avergonzando.

— Papá, deja de actuar como si fuera una niña. — murmuró.

— ¡Yo sólo quiero saber por qué mi hija, que tenía su vida ya planeada, estaba apunto de casarse con un buen hombre de la nada se vio involucrado con otro!

— Por Dios, baja la voz. — se encogió en su asiento sintiendo la mirada de algunas personas de su alrededor. — No se que mierdas te habrá metido Levi en la cabeza, pero quién arruinó todo fue él. No yo.

— ¿Y él? ¿Él que tiene que ver en todo esto?

Luke estaba callado, con sus brazos cruzado en su pecho.

— Él es...un viejo amigo. — mintió.

— ¿Y desde cuándo te besas con tus amigos? O quién sabe qué más hiciste con él.

La pelinegra abrió sus ojos con sorpresa al escuchar aquellas palabras.

— Levi y yo terminamos por una razón, me engañó. ¿Quieres creerle a él antes que a mi? Bien, hazlo. Pero solo quiero dejar claro que yo no he cometido ningún error aquí. — comenzó. — Y sobre Luke, sí, es un viejo amigo y si nos besamos es porque...porque estamos saliendo.

— ¿Sa-saliendo? — fue la primera vez que el rubio hablo. La pelinegra le dio una mirada. — Oh sí, saliendo.

— Y se que vas a decir que está mal salir de una relación y entrar rápidamente en otra pero...se lo que hago.

— Dudo mucho que eso sea cierto — dijo el hombre. — No tienes ni un mes que rompiste con Levi, ¿siquiera le dejaste explicar su parte de la historia? ¿Qué van a pensar todos cuándo se enteren de esto?

No sabía que le sorprendía tanto pero lo hacía. Su padre siempre había tenido esa actitud de machista pero, escucharlo decir aquellas cosas, hacerla pasar por "loca" al no escuchar o creerle a Levi, hacerla pasar por una "cualquiera" solo por el asunto de Luke la había dejado completamente impactada. Congelada. No sabía como reaccionar sin faltarle el respeto.

— No tengo absolutamente nada que escuchar de Levi. Sé lo que vi, no estoy loca. Y que importa lo que piensen, papá, es mi vida.

— También me involucra a mí, a la familia. Todos van a pensar que eres una...

— ¿Una?

— Una cualquiera, Kaia.

— Tiene que ser una jodida broma. — murmuró el rubio al escuchar aquello.

— ¿Disculpa? — preguntó el padre de Kaia. — ¿Así es cómo actúas ante el padre de tu "novia" o lo que sea?

— ¿Y según usted, como estoy actuando? Porque si he dicho unas veinte palabras han sido muchas.

— Eres un grosero. ¿Por él preferiste dejar a Levi? ¿Ese chico que se ha comportado de la mejor manera contigo y con la familia?

— ¿Acaso te estás escuchando? ¿Acaso escuchaste algo de lo que te he dicho sobre Levi? Papá, puedes pensar lo que quieras, yo ya me cansé de repetir todo una y otra vez y terminar en lo mismo contigo. Si quieres creerme, bien y si no, es tu problema.

Se levantó.

— Kaia, siéntate. No se con quien crees que estás hablando pero no es la forma correcta de hablarle a tu padre. ¿Eso es lo que aprendes estando con él?

— No soy ninguna tonta para dejarme influenciar con cualquier persona. Y si piensas todo eso de mi es porque no me conoces ni siquiera un poco. Adiós, vámonos Luke.

El rubio se puso de pie y ambos se empezaron a alejar sin más.

— ¡Kaia, Kaia vuelve aquí! — exclamó el hombre.

El rubio y la pelinegra siguieron su camino hacia afuera de la cafetería. Luke se colocó sus gafas de sol y ambos empezaron a alejarse camino al hospital sin decir ni una palabra. Segundos después el rubio aclaró su garganta y rascó su nuca antes de hablar.

— No...no salió tan mal.

La pelinegra le dio una mala mirada.

— ¿En serio, Luke?

— Solo digo que pudo haber sido peor. — se encogió de hombros. Kaia no pudo evitar reír. — Además, todo lo que dijiste estuvo bien hasta que mencionaste que estábamos saliendo. ¿Qué rayos?

La pelinegra tapó su rostro con sus manos sintiéndose avergonzada.

— Lamento eso. Entré en pánico. Es que, si me trató como si fuese una cualquiera porque le dije que estábamos saliendo, imagínate si le hubiera dicho que nos conocimos y en un par de horas ya estaba...ya sabes.

— En mi cama. — terminó el rubio.

— Suena peor saliendo de tu boca.

— Son cosas que pasan, dudo que seamos los primeros o últimos.

— Luke, en serio, lamento como me comporté contigo hoy en la mañana cuando nos encontramos con mi padre, se que solo querías ayudarme y te loa agradezco. No quiero que estés enojado conmigo y menos ahora que estamos saliendo...de mentiras.

Luke rió.

— Estamos bien. Disculpas aceptadas, pero tienes que trabajar en eso, ya sabes, en aceptar la ayuda de los demás. — bromeó dándole un pequeño empujón.

— Lo pensaré, gracias por el dato. Bueno, debo volver al trabajo, ni siquiera pude comer algo. — hizo un puchero que le pareció adorable al rubio.

— ¿A qué hora tienes que entrar?

La pelinegra miró su reloj.

— En media hora pero tengo que buscar algo para comer antes de entrar.

— Te invito a comer, Michael me recomendó un restaurante nuevo que está por aquí cerca y si te soy sincero, muero de hambre.

— ¿Seguro? — preguntó dudosa.

— ¡Sí, vamos! — exclamó haciéndole una seña para que lo siguiera. — Te traeré de vuelta a tiempo para que continúe salvando vidas, señorita.

La muchacha asintió mientras reía y empezó a seguir al rubio.

Le empezaba a agradar...demasiado.


Tenía muuuy abandonada esta historia, ¿alguien aún la lee?

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Tenía muuuy abandonada esta historia, ¿alguien aún la lee?

No fue mi capítulo favorito pero estaré mejorando cada uno más adelante.

¡voten y comenten, pls! ❤


𝗢𝗡𝗘 𝗡𝗜𝗚𝗛𝗧 - luke hemmingsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora