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La muchacha se removió un poco e intentó abrir sus ojos pero la luz del sol que entraba por su ventana no se lo permitió. Sentía que su cabeza iba a estallar en cualquier momento, Kaia abrió sus ojos lentamente y estuvo apunto de entrar en pánico cuando notó que no se encontraba en su habitación. La muchacha se levantó rápidamente y soltó un enorme chillido al mirar al rubio de la noche anterior a su lado.
- Mierda, ¿Qué sucede? - preguntó el rubio adormilado.
- ¡¿Qué sucede?! ¡Sucede que me despierto y no estoy en mi jodida casa y estoy con un chico que conocí la noche anterior, eso sucede! - gritó con molestia mientras cubría su cuerpo semi desnudo con las sábanas.
- Puedo notar que estás un poco molesta y no entiendo el porque. - habló tranquilo - Ayer no pensabas lo mismo, Kai. Eres una persona diferente con un par de tragos demás.
- No puedo creer que haya hecho esto, yo no suelo ser así.
- Hey, un poco de diversión no daña a nadie. - dijo el rubio.
Tal vez el rubio tenía razón, ella tenía derecho a divertirse un poco y por lo poco que recordaba se había divertido mucho la noche anterior con el rubio que se encontraba a su lado. Además, solo fue una noche, no pasaría de nuevo, ambos continuarían con sus vidas como si nada hubiera pasado.
- Tienes razón, lo siento. - habló calmada - Es solo que no suelo hacer este tipo de cosas, ya sabes, tener sexo con el primer tipo atractivo que se me cruce y últimamente he estado un poco molesta por lo que sucedió con mi ex novio y esos tragos no ayudaron mucho. - soltó una risita - Además, solo fue una noche, no tiene porque complicarse.
- Exactamente - respondió el rubio apartando las sábanas de él y levantándose. Aun se encontraba en ropa interior, Kaia intentó disimular y miró a otro lado, no estaba acostumbrada a aquello.
El rubio tomó su pantalón que se encontraba en el suelo y se lo colocó rápidamente, luego hizo lo mismo con su camiseta.
- Iré a cepillarme y luego prepararé algo para desayunar. ¿Te quedarás o...?
- Me iré, pero gracias. - El rubio asintió.
- La pasé genial, Kai. - dijo antes de salir de la habitación, la muchacha sintió sus mejillas arder. La muchacha se levantó rápidamente buscando como loca su ropa, al encontrarla se la colocó rápidamente, acomodó un poco su cabello y tomó sus cosas intentando no olvidar nada.
Salió de la habitación observando todo a su alrededor mientras daba pasos cortos intentando no perderse en la enorme casa, visualizó las escaleras y bajó, pudo escuchar ruidos provenientes de lo que suponía era la cocina, la muchacha caminó hacia la puerta sin hacer mucho ruido y salió de aquella casa.
Kaia tomó un taxi hasta su departamento, al llegar a su destino le dio el dinero al señor y agradeció antes de bajarse. Entró a su departamento con calma, dejó su llave en la mesita que estaba cerca de la puerta y tiró su bolso al sofá.
