Ipiales.

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En lo que caminábamos tuvimos que parar muchas veces por mi culpa, estaba bastante débil y cansado. Seokjin y Namjoon muchas veces me ofrecieron parar en algún pueblo para descansar, pero yo me negué, hasta les pedí que se fueran sin mí pero ellos no cedieron a mis peticiones.

Yo intentaba no hablar mucho, no quería que ellos se mezclaran demás conmigo, pero al parecer ellos eran muy habladores. Supe que ambos eran una pareja desde hacía ya bastantes años, y que Seokjin era un doctor mientras que Namjoon un abogado, habían venido a Latinoamérica como turistas y que habían tomado el reto de recorrer varios países caminando, actualmente siendo Colombia el primero que recorren.

Son una bonita pareja.

Para nuestra suerte, logramos que un camión nos diera un aventon hasta nuestro próximo destino; frontera, Ipiales. Allí intenté escabullirme y escapar de la pareja antes de que algún funcionario me reconociera y ellos terminaran en un lío por mi culpa, pero Seokjin siempre tenía un ojo encima de mí y se me hizo imposible.

Ya que era aún de día, ellos pensaron en ir de una vez al control migratorio y sellar sus pasaportes, pero la amargura llegó a nuestros cuerpos cuando al llegar nos avisaron que el paso por el puente internacional estaba cerrado por el momento. Vi a montones de personas sentadas alrededor del lugar, esperando, intentando con la poca ropa que tenían taparse del frío abrazador de aquel lugar, y yo no me quedaba atrás, sentía el frío calar por mis huesos, pues sí que era un frío de muerte.

Entonces, pues, después de que la pareja termino de hablar con algunas personas del lugar en busca de información, decidieron volver al pueblo local para comer algo y descansar en algún hotel. Yo, por supuesto, fui obligado a acompañarles.

Ya comenzaba a resignarme de que no podría escaparme de ellos, y quisiera o no, comenzaba a tomarles cariño, aunque estuviera mal, pero no podía evitarlo.

Comimos en calma en un pequeño restaurante local una rica sopa de pollo, charlamos sobre cosas triviales y reímos por las tontas bromas de doctor que hacía Seokjin de vez en cuando. Al terminar ya había caído la noche sobre el pueblo, y decidimos que ya era hora de dejar el restaurante. Yo fui al baño mientras que los chicos pagaban la cuenta (con un pequeño aporte de dinero de mi parte, claro), cuando salí ya los chicos no estaban en la mesa, supuse que estarían afuera, pero al salir no les vi por ningún lado, más bien, había varios policías alrededor del sitio. Mi corazón comenzó a latir fuerte en mi pecho y el miedo comenzaba a apoderarse de mi cuerpo. Rápidamente comencé a caminar lejos de allí con la cabeza gacha para que la gorra que llevaba puesta tapara mi cara, intenté parecer lo menos sospechoso posible. No podían atraparme ahora, no justo ahora, aún faltaba un poco más, solo necesito unos días más.

Mi cuerpo comenzó a temblar un poco, quizá por el frío. Intentaba esquivar la gente que se ponía en mi camino, quería llegar de vuelta al paso fronterizo, necesitaba cruzar y seguir mi camino. Mi cabeza era un lío de pensamientos que no vi cuando alguien más estaba frente a mí y choque contra él, cuando levanté la mirada para disculparme vislumbre a Seokjin mirándome serio, de alguna manera sentí que volvía a respirar y sonreí, pero sentí mi mundo caerse de a poco cuando su expresión cambió a una miedo, miedo de mí.

— ¿un asesino? ¿en serio, Taehyung? — susurró mientras su cuerpo se alejaba de mí. Yo solo agache mi mirada — ¡yo estuve caminando con un asesino!

— Seokjin, yo...

— ¿Sabes? tú tienes suerte de que no abrí mi boca cuando y conté al oficial de ti. — ahora en su rostro sólo había decepción — yo no quiero tenerte cerca nunca más. No puedo creer que te ayude antes — escupió con rabia.

Yo no dije nada, no hice nada, no negué nada. Tenía razón, se había involucrado con un criminal, alguien que había matado por simple rabia. No merecía nada de lo que me había dado, nunca merecí su amabilidad.

Sin levantar la mirada comencé a caminar, para alejarme y dejar en paz a las personas que no merecían haber conocido a alguien como yo. Cuando estuve hombro a hombro junto a él musite un pequeño "gracias" y me fui sin mirar atrás.

Ya era suficiente.

Era hora de seguir.




🙊

voy por ti - vmin/taegi leveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora