| Historia AU |
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Inicio: ⁰² / ⁰⁴ / ²⁰¹⁹
Finalizada: Pausa temporalmente hasta ²⁰²³
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Corrección: ²⁴ / ⁰⁸ / ²⁰²¹
Finalizada: ¿-- - -- - ----?
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______ Evans Johnson es una chica normal como c...
Desde aquellos sucesos, habían pasado dos meses. Dos meses con momentos de suma importancia en la vida de ______ con decir que asistió a una boda, tuvo una "salida de amigos", la pijamada con Nathaniel, su noche de chicas, la lección que le dio Kagami a Luka y la carta que recibió de su padre.
Y la verdad es que ella nunca miente y decir que estaba cansada de todo eso era poco, se encontraba abrumada y agotada por todo lo que pasó y recibir una carta de su padre fue la cereza del pastel.
Pero no sólo eso, si no que hoy, cuándo pensaba pedirle consejos a Juleka ella falta porque se había enfermado del estómago así que ahora tendría que esperar a que las clases terminarán para poder ir a casa de su amiga y preguntarle qué es lo que debería hacer.
Qué ventajas y desventajas tendría su decisión.
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Las clases transcurrieron normalmente pero para la joven Evans Johnson, las clases pasaron muy lentas, de hecho parecían que tardaban eternidades para que acabaran.
Una vez que las clases terminaron la chica tomó sus cosas y se dirigió rápidamente a la salida para llegar a la casa de Juleka. Sus amigos estaban sorprendidos por la prisa que llevaba la de ojos verdes ya qué usualmente ella solía esperarlos siempre para irse juntos.
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─ Hola, señora Anarka.─ saludó amablemente una vez que llegó al distintivo hogar de la familia Couffaine.─ ¿Está Juleka?.─ preguntó la joven, sintiéndose cada vez más nerviosa al no saber cómo le diría la noticia a su amiga.
─ Si.─ mencionó la mujer con una gran sonrisa, al ver a la amiga de su hija.─ Adelante. La segunda puerta, a la derecha.─ informó la mayor, observando como la menor ingresó rápidamente a su hogar.
─ ¡Gracias!...─ agradeció adentrándose al hogar Couffaine, siguiendo las instrucciones de la adulta.─ ¿Juleka, puedo pasar?.─ llamó la chica, tocando levemente la puerta.
─ Si, adelante.─ mencionó en voz alta, para que la otra persona la escuchara.─ ¿Pasa algo malo?.─ preguntó una vez que su amiga había entrado y cerrado la puerta.
─ Bueno...─ empezó a decir, observando fijamente la manija de la puerta y sin llegar a voltear a ver a la contraria.─ Malo, malo que digamos...─ continuó, ahora jugando de forma nerviosa con sus manos al mismo tiempo que se acercaba hasta donde estaba su amiga.─ Sí.─ declaró soltando un suspiro cansado y desplomándose a los pies de la cama de su amiga.
