Se conocieron en un atraco, ¿Romántico? Para ellos si, Segismundo se encontraba aburrido caminando por el centro de la ciudad cuando recibió una llamada de su amigo Gustabo.
Emocionado contestó de inmediato, como extrañaba hacer tonterías con él, se quedaron de ver en cerca de una tienda de ropa, él un poco extrañado acepto.
Tomó una bicicleta que se encontró por ahí y se dirigió directo a donde sus amigos se encontraban, iba cantando una canción y haciendo trucos con el vehículo para no aburrirse.
Después de bastante tiempo llegó al lugar donde iba a ser la reunión, cuando su amigo noto su presencia se acercó a él y le empezó a contar lo que quería hacer.
Cuando escucho que quería hacer un atraco rápidamente aceptó, Gustabo lo tomó de la mano y lo acercó a dónde estaba Horacio y alguien que él no conocía.
Se iba a burlar de cómo vestían pero cuando le dijeron que se tenía que vestir igual se guardó sus palabras.
Se compró el traje tan raro y fue de nuevo con sus amigos, hablaron un poco más sobre que necesitaban y los mayores se alejaron, supuso el que para hablar de algo que él no podía escuchar.
Recargo en el coche y observó al hombre que hasta ahora mantenía en su cabeza una máscara de diablo, le daba curiosidad así que se acercó a él para hablar.
Lo saludo con un pequeño hola y le preguntó su nombre, se quedó callado esperando una respuesta cuando el contrario se empezó a quitar la máscara.
-Me llamo Emilio escobilla, y ¿tú chiquito?- preguntó moviendo los mechones de cabello que le cayeron en la cara.
Segismundo se quedó mudo, por el notable acento podía afirmar que era mexicano, pero demonios, era muy atractivo.
El más bajito empezó a reír bajito por lo nervioso que se había puesto, jalo el cuello de la camisa mientras tragaba saliva.
Emilio lo miraba con una ceja levantada y con una sonrisa coqueta, había notado la reacción del joven al verlo.
-Me llamo segismundo- contestó cuando estaba más calmado- mucho gusto- estiró su mano.
-Mucho gusto chiquito- tomo su mano y la acercó a su boca para dejar un beso en sus nudillos.
Segismundo empezó a reír de nuevo pero más nervioso, alejó su mano lentamente de la mano del mexicano, rasco su nariz y empezó a hacer muecas cuando intentaba hablar.
Emilio sonrió con ternura al ver al joven le parecía demasiado tierno.
-¡Hey, es hora de irnos!- escucharon los dos
Segismundo soltó un gritito por la sorpresa y el mexicano empezó a reír, empezó a caminar hacia Gustabo pero cuando pasó a su lado le guiño un ojo.
Segismundo lo siguió con la mirada hasta que lo perdió de vista cuando entró al auto, siendo llamado otra vez empezó a correr a donde estaban sus amigos.
Tenían la confianza de que todo saldría bien.
Nada salió bien.
Todos se encontraban encerrados en las celdas de comisaría esperando que los llevarán a la federal, segismundo suspiro cuando sintió otra punzada de dolor en su brazo, esto llamó la atención del mexicano.
Había cuatro celdas y tres estaban ocupadas por ellos, la vacía le correspondía a Gustabo pero este había sido llevado a la sala de interrogatorios por conway y solo por conway, Horacio tenía dudas.
Emilio observó al menor por las rejas y se acercó lo más que puedo, se sentó en el suelo y sacó una hoja de papel y lápiz.
Dibujo algo y para este entonces el mejor ya estaba atento de lo que hacía, cuando terminó lo alzó para que lo viera y pregunto.
-¿Juegas?- en la hoja de papel se veía un cuadro con varias líneas.
-¿Gato?- pregunto mientras se sentaba en el suelo.
-Si, bueno logré quitarle a uno de los policías una hoja y un lápiz- alzó sus hombros- ¿entonces?
-Si, si quiero- le sonrió.
Emilio le sonrió de vuelta y empezó el con el circulito, llamaron la atención de varios policías por sus gritos cuando perdían, se empezaron a turnas y a veces jugaba emilio con Horacio y otras con segismundo.
En algún punto del tiempo que estuvieron ahí varios policías se encontraban sentados afuera de sus celdas con más papel y jugando con ellos.
Hasta volkov estaba jugando con Horacio y esto tenía en las nubes al de cresta.
Cuando conway salió del interrogatorio con un molesto Gustabo detrás y vio todo entro en un estado de cólera, les gritó a cada uno de sus agentes mientras Gustabo jugaba una última partida con Greco.
Más que enojado conway se encargó de encerrarlos en la federal pero no antes de susurrarle algo al líder de esa pequeña mafia.
Después de trabajar un poco aún con el dolor de los golpes que tenían cada uno se fueron a dormir.
Emilio solo vestía el pequeño short del uniforme se quitó la parte de arriba con la excusa de que no le gustaba.
Fue el último el terminar ya que era el que más descansos tomaba, subió las escaleras y paso a lado de las celdas de sus amigos diciendo un buenas noches jotos.
Cuando pasó la de segis se quedó quieto observándolo, este se encontraba sentado con sus rodillas pegadas a su pecho, suspirando decidió entrar y cerrar la puerta.
-Hazme un espació- le dijo adentrandoce a la cama.
El menor solo lo miro para moverse y darle un espacio, se recostó a su lado y no dijeron más.
-¿Es...es tu primera vez en la federal?- preguntó en voz baja el mexicano
-No...pero se siente muy solo, me recuerda cuando lo abuelo me encerraba en mi pequeño cuarto y no me dejaba salir- comentó cerrando los ojos intentando dormir.
Emilio ladeó su cara verlo de perfil, recorrió sus facciones y pasando su brazo por debajo del joven lo jalo hasta que quedó recostado en su pecho.
Segismundo se quedó quieto escuchando nada más que el corazón del mexicano, cerró sus ojos y con una sonrisa se durmió.
No sabía que sentía cuando emilio se preocupaba por él o simplemente lo miraba pero le encantaba.
Susurro un pequeño gracias y dejó un pequeño besito en la barbilla del moreno creyendo que estaba ya dormido.
Pero emilio no lo estaba, cuando él sí se aseguró que el gallego estaba dormido tapo sus ojos con su brazo libre y soltó una sonrisa boba.
Él sí sabía que le pasaba y no podía negarse, él desde que lo vio llegar en su bici sintió algo raro en estómago y cuando le hablo se puso felíz.
Suspiro.
Estaba jodido.
Carolcons
14/06/2020Y ahora sí queda completada está historia, gracias a todos por sus comentarios y sus votos espero y lo hayan disfrutado, nos vemos en otra historia, besitos en la cola ;)
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La peor cita
Fiksi PenggemarJack conway se había enamorado y creyó que la mejor manera de conquistar el corazón del chico que le gustaba era con una increíble cita, Pero se le olvidaba un detalle, se había enamorado de Gustabo el hombre más problemático de la ciudad.