nueva era

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Los amigos crean lazos de una
manera actualmente común.
En 1960 era imposible.
En 2014 era tan normal.

Y en mi 2014 eran ambas cosas.

Es por eso que tanto podemos brindar toda la confianza a una persona que no conoces físicamente como no podemos siquiera brindarle la mitad de ella.

Me pasó cuando tenía una década más 2.

Y me sigue pasado a mis casi 2 décadas.

Me consideran ingenua y manipulable, yo creo que solo quiero y veo a la gente como realmente soy.

Así veía a mi única D.

Su nombre era extraño para mí corto conocimiento, pero se oía bien.

Me sentaba bien.

Me gustaba.

Me gustaba que gracias a mi gustos conociera nuevas almas. 

Y si en abril yo me sentía encantada por ver una película de ciencia ficción, en diciembre estaba dispuesta a vivir un romance digno de plasmarse en cualquiera de los 7 artes que existen.

Icónico.

A la distancia.

Sin ver sus pupilas.

Mi única D se volvió mi pilar en un abrir y cerrar de ojos.
A mí corta edad y sin un conocimiento verdadero del sentimiento que llamamos amor me hizo sentir en la nubes. En unas muy acolchonaditas.

Yo tenía tan solo una década más dos, pero quería algo loco, lleno de códigos y que solo me era visible por un muro digital.

Y mi única D me iba a enseñar lo que quería que viese del amor. O del odio. O del dolor.

¿Que tanto dolor era capaz de sentir si no conocía de ningún sentimiento genuino?

Pero me estoy adelantando.

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