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Me levanté por el sonido de la alarma, y comencé con mi rutina matutina. El desayuno era tranquilo como siempre hasta que mi padre habló.

-Hoy mi jefe me permitió salir del trabajo temprano, así que ¿por qué no salimos a cenar esta noche?-

-Es buena idea, ¿tú que piensas hijo?-talves estaria agotado por el entrenamiento pero no queria desperdiciar la ocación.

-Me parece bien- eran pocas las veces que saliamos juntos a algun lado.

-Exelente, deberiamos invitar a la familia de Tsukishima tambien-hasta ahí llegó la buena idea.

-¡No!-mi grito los asustó un poco- digo, no podre acompañarlos... recordé que tengo algo que hacer con unos compañeros- sabia lo bien que nuestras familias se llevaban así que no iba a arruinar esa buena relación solo por mis problemas- lo siento, espero que no piensen cancelarlo por mi culpa, estoy seguro de que los padres de Tsukki les encantaria-si cambiaban de opinión me sentiria mal.

- En ese caso mejor lo postergamos--si hacian eso, no podria librarme la proxima vez.

-No no, vayan sin mí, ¿no saben cuando podria volver a haber una oportunidad así verdad?- ojalá pueda convencerlos.

-Tadashi tiene razón querido, dejemos que se divierta-¿existen palabras para describir cuanto quiero a mi madre?

-Les prometo que la proxima no les fallaré- siempre y cuando sea dentro de mucho.

Terminé mi desayuno y me despedí de ellos para salir hacia la escuela, el camino se me hizo mucho más corto de lo habitual e incluso la practica matutina se sintió más rápida, ojalá pudiera decir lo mismo de las clases, no me disgustaba el estudio pero historia no era una de mis materias favoritas.
Después de escuchar como el maestro explicaba algunas cosas que vendrian en el próximo examen, tocó cambio de clase. Esperamos a que la maestra de Biología llegara, pero en su lugar vino el subdirector.

-Solo estoy de paso para avisarles que la maestra Fuyumi no vendrá por un pequeño inconveniente, porfavor permanescan en silencio hasta su proxima clase- dicho esto se retiró y no se hizo de esperar que se formaran los típicos grupos, yo solo me recosté sobre mi lugar, tendriamos una hora sin hacer nada y la verdad leer un fanfic en un salon repleto de chicos y chicas que apenas conosco no era una buena opción así que disfrutaria de mi segunda actividad favorita: dormir. Pero para mi desgracia no podria hacerlo ya que una de las chicas que se sentaban más adelante se acercó, estaba por levantarme para ver si necesitaba algo pero al parecer no se dirigia a mí.

-Tsukishima-kun ¿puedo preguntarte algo?- por supuesto que iba a hablar con Tsukki, no queria escuchar la conversación pero no podia evitarlo, después de todo estoy sentado a su lado -mis amigas y yo iremos a la playa, si no estas ocupado este fin de semana ¿quisieras acompañarnos?-¿enserio cree que aceptará ir?

-¿La playa? ¿Con el molesto sol, arena en todas partes y un monton de gente que no me interesa? Paso de eso- se lo dije, mentalmente pero se lo dije.

-Ya veo, lo siento, seguramente ya tienes planes- aunque no los tubiera Tsukki odia los lugares con muchas personas.

-No los tengo, solo estoy rechazando tu invitación, ¿no es obvio?- la chica volvió con su grupo bastante decepcionada, me siento mal por ella.

Me acomodé mejor para poder ver el reloj que estaba arriba del pizarron y ví que aún faltaba mucho para la siguiente clase, estúpido tiempo por qué tienes que avanzar tan lento ahora? Miré de reojo a mi costado, Tsukki tenia sus auriculares puestos mientras veia su teléfono seguramente buscando alguna canción para escuchar, cuando levantó la mirada se dió cuenta de que lo estaba observando, me avergonsé un poco de lo que hice, rapidamente volteé como si no hubiera hecho nada y saqué mi teléfono para discimular, lo desbloqueé para ver que tenia un mensaje de Oikawa-san.

¿Yamaguchi es un Fudanshi?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora