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Desde ese día las cosas empezaron a volver a la normalidad, Tsukki volvió al equipo y todos se alegraron por su regreso, incluso Kageyama, claro que tuvo que hacer entrenamientos extras y ponerse al día con las jugadas pero no le fué tan complicado seguir el ritmo.

Todos estábamos en la sala del club, las clases habian concluido y teníamos que cambiarnos para el entrenamiento, todo parecía normal, bueno hasta que...

-¿Qué rayos es todo esto?- Tsukki había abierto su casillero para guardar sus cosas pero al parecer ya estaba lleno.

-¿Qué sucede Tsukki?- me acerqué para ver un poco mejor, dentro estaba repleto de llaveros, rocas, anillos, collares extraños, máscaras, colgantes e incluso creo que habian pequeños totems ahí. Tomé uno de los tantos llaveros para ver que eran -¿La fortuna está de tu lado?- los demás llaveros también tenían grabados cosas como "suerte" "el destino te favorece" "la bendición de los dioses está en tí" entre otras cosas.

- Vaya no sabía que eras de los que creen en el destino Tsukishima- los demás también se acercaron para ver el contenido del casillero.

-No son míos, alguien los puso ahí- Se veía un poco molesto mientras tomaba uno de los extraños mini totems.

- Quién sea el que haya puesto todo esto parece realmente desesperado- con todo esto estoy más que deacuerdo con Kinoshita.

¿Quién podría gastar tanto dinero en amuletos y cosas extrañas sólo para tener algo de suerte?

-¡Ah! Lo siento Tsukishima, eso es mío- Por alguna razón nadie parecía sorprendido de que fuera el número cinco quien lo confesara- los dejé ahí en la mañana, juro que iba a llevarmelos después del entrenamiento-

- Tanaka se puede saber ¿Por qué compraste todo esto?- el regaño de Daichi parecía más por curiosidad que por molestia.

-Bien si insisten, les diré porque compré todos estos amuletos de la suerte, yo... ¡Planeo confesarme a Kiyoko-san!- un silencio total invadió la sala luego de esas palabras, almenos hasta que los de tercero y segundo empezaran a reirse- ¡oigan hablo en serio!-

-Lo sentimos es sólo que Jajajajaja- Suga-san hacia un esfuerzo por hablar pero la risa termino venciendolo.

-¡ESO ES GENIAL RYUU!- el único que parecía emocionado por la idea (aparte de Hinata) era Nishinoya.

-¿Verdad que sí? Gaste bastante en todo esto pero siento que al final valdrá la pena, no puedo esperar para estar entre los brazos de mi querida Kiyoko-san-

-Lo único que conseguirás es hacer el ridículo, solo un idiota gasta su dinero en esta basura, si Shimizu-san se entera de esto no me extrañaría que te pusiera una orden de alejamiento- Las risas aumentaron con las palabras de Ennoshita.

-¡Chikara eso es cruel! ¡¿Por qué nunca me apoyas en esto?!- el rematador se avalanzó al recién nombrado.

-¡Alejate de mí idiota!-

-Tanaka-san no me importa su intento patético y desesperado por ser correspondido, ¿pero podria no involucrarme a mí ni a mi casillero en eso?- con todo el alboroto casi habiamos olvidado el problema inicial.

-Prometo llevarmelos después del entrenamiento pero ¿podrían quedarse ahí por ahora?-

-¿Por qué no usa su propio casillero?- Kageyama por fín habia hablado después de un buen rato en silencio.

-Bueno pues...- se dirigió hacia su casillero y al abrirlo estaba igual de lleno- ya no tengo espacio-

-Más te vale llevarte todo eso luego, apresurence o llegaremos tarde- finalmente el capitán había puesto orden y todos se apresuraron a cambiarse.

¿Yamaguchi es un Fudanshi?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora