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Cuando abrí los ojos lo primero que ví fué el techo de mi habitación, estuve observandolo por unos minutos sin saber por qué estaba aún aquí, hasta que fuí consciente de lo que había sucedido en la mañana.

-Es cierto, me sentí mal y mamá me dijo que descansara...- con un poco de esfuerzo me senté para buscar mi teléfono el cual afortunadamente estaba en el mueble que tenía al lado.

Revisé la hora, eran las 14:37, había dormido más de lo que creí.
Desbloqueé el aparato para ver las notificaciones que tenía, algunas sólo eran actualizaciones de fanfic y otras sólo comentarios de Twitter, pero lo que llamó mi atención fueron 2 mensajes y una llamada perdida de nada más y nada menos que mi mejor amigo.

Tsukki🌙

Yamaguchi donde estas?
llegaremos tarde.

*llamada perdida*

Tu madre me llamó, descansa
y no te preocupes por el
entrenamiento, iré a verte
cuando termine.

Gracias Tsukki <3

Sabía que no leería el mensaje hasta horas después pero tenía que agradecerle por preocuparse y tomarse la molestia de venir, no tenía que hacerlo pero su compañía no me molestaba.
Volví a revisar mi mensaje sintiéndome algo tonto por el corazón al final, estaba por borrarlo pero mi estómago reclamaba algo de comida, siempre tenía habre luego de dormir por un largo tiempo.

- Será mejor que baje por algo de comer- dicho esto estaba por salir de la cama hasta que escuché la puerta abrirse.

-De eso nada jovencito, no quiero que te esfuerces de más- vi como mi madre entraba con una bandeja, rápidamente distinguí el olor a caldo de pollo.

-Mamá no tenías que molestarte, ya es suficiente con que te quedaras a cuidarme, haces que me sienta como un niño mimado- no pude contener la sonrisa en mis labios mientras la veía dejar la bandeja en la mesa más grande.

-Tadashi tú eres mi niño mimado- se acercó y depositó un pequeño beso en mi frente-¿cómo te sientes?- aunque estaba sonriendo, pude notar la preocupación en su voz.

-Mejor, hambriento, pero mejor- si bien el mareo ya no estaba, aún sentía una lebe migraña.

-Me alegra escuchar eso, preparé un caldo de pollo sólo para mi estrellita enferma-

-No me llames así... es vergonzoso-

-Cariño, tengo fotos tuyas de bebé usando un traje de conejito y de la vez que te disfrazaste de árbol en la primaria, un apodo es la cosa menos vergonzosa que puedo ocacionarte- diablos aún recuerdo cuando se las mostró a la mamá de Tsukki, tengo suerte de que el rubio jamás haya visto esas fotografías.

-Y por eso siempre procuro no hacerte enojar- me levanté para poder sentarme en la silla que estaba a unos metros, no soy tan exagerado como para comer en la cama.

-Si necesitas algo más no dudes en avisarme- se dirigió a la puerta para dejarme sólo.

-Deecho antes de que te vayas, ¿Está bien si Tsukki viene luego del entrenamiento?- estoy seguro de que no le molesta pero de todas formas quiero preguntar.

-Sabes que no hay problema hijo, ahora que lo mencionas, Kei-kun me preguntó si podía venir a verte cuando hablamos por teléfono esta mañana- bueno eso explica el hecho de que Tsukki no me preguntara.

-Gracias mamá, eso es todo, si necesito algo te avisaré- con esto ella se fué para que pudiera comer tranquilamente.

Luego de almorzar, traté de leer un poco para distraerme, mamá vino a verme algunas veces más, sólo tuve la necesidad de llamarla para pedirle un poco de agua cuando tuve un breve ataque de tos, no tuve ningún otro problema luego de eso. Para cuando el reloj marcó las 17:20, estaba muy concentrado en uno de los mangas que había comprado la última vez que salí con Yachi, la historia era algo cliché pero sin duda muy interesante, sin mencionar que el protagonista era atractivo, cosa lógica ya que se mencionaba que era modelo.

¿Yamaguchi es un Fudanshi?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora