(𝑪𝒂𝒏 𝒘𝒆 𝒃𝒆 𝒇𝒓𝒊𝒆𝒏𝒅𝒔?)

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N o v e n o

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Mi pie golpea repetidamente el piso en una clara señal de mi nerviosismo, cuestionándome si debería hacer lo que tengo en mente

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Mi pie golpea repetidamente el piso en una clara señal de mi nerviosismo, cuestionándome si debería hacer lo que tengo en mente. Sin embargo, pronto mis pensamientos son interrumpidos por JiHeon, quien se sienta detrás de mí, puesto que golpea mi espalda con su lapicero haciendo que me encoja en mi lugar, aunque no volteo.

Sé que ella odia que haga eso.

No me detengo a recriminarle nada, porque el timbre de salida suena y, desde que me aseguré de guardar todas mis cosas en mi mochila minutos antes, me despido apresurado de mis amigos, quienes me miran casi tan sorprendidos como el profesor cuando salgo corriendo.

Mi corazón repiquetea en mi pecho y mis manos se sienten frías aunque lleve guantes. No me atrevería a negar que mis dientes están castañeando, puede que del frío o por la inquietud.

La razón de mi escape es ridícula, pero no puedo evitar caminar tan rápido como puedo sin llegar a trotar una vez salgo de las instalaciones y empiezo a cruzar el patio. Lo último que necesito es llamar la atención de los demás estudiantes.

     — JiSung-ah —grita mi persecutor cuando me encuentro cruzando el portón del colegio, haciendo que me detenga en seco.

Volteo con lentitud, sabiendo que he fallado en huir de él y reprendiéndome a mí mismo por no sentirme miserable por ello.

Mi aliento abandona mi cuerpo en cuanto distingo su figura: sus mejillas están ligeramente sonrojadas por el frío, su cabello rubio platinado despeinado y su bufanda negra se ondea en el aire mientras correa hacia donde estoy. Él se ve tan hermoso que mi corazón duele.

Zhong ChenLe no me había dejado de revolotear a mi alrededor desde que lo ayudé con unos alfas que lo perseguían de camino a su casa. Claro que yo solo quería salvar a mi compañero de situación tan desagradable como esa, por lo que nunca llegué a imaginarme que él estaría siguiéndome por ser su héroe.

Por supuesto que me siento halagado por ser el centro de su atención, ya que él es la definición de un omega bonito. No obstante, no podía entender en realidad su interés en mí y tampoco podía estar pendiente de él en todo momento.

     — Casi te vas sin mí. —se queja suavemente con un puchero mientras su mano serpentea hasta mi brazo y se sujeta a él para caminar juntos.

     — Lo siento. —le digo apretando mis labios, molesto conmigo mismo. Querer alejarme silenciosamente no es una opción, ChenLe es tan escurridizo como una serpiente y yo demasiado débil ante él.

Nunca me he relacionado con omegas antes, por lo que solo pensar en empezar una conversación hace que un escalofrío me recorra. Es por esto que nuestras interacciones siempre son iniciadas por él, quien acepta mi mutismo como una invitación para contarme su día.

Gray |JiChenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora