Piltóver y Zaun

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— Mila, necesito que hagas algo por mí— Le pidió a su amiga— Necesito información, sobre los dardos para seres mágicos, necesito hablar con el fabricante.

— Entendido— Se retiró para cumplir la orden.

Era hora de comenzar otro día de trabajo, además de que necesitaba hablar con Ahri, con respecto a su viaje hacia el otro lado del mundo, ya que quería que fuera con él para obtener un mejor diagnóstico al hablar con el fabricante.

Ahí estaba, al lado de uno de sus clientes, quien parecía ahogado en alcohol. Le llamó.

— ¿Sucede algo?— Preguntó la vastaya.

— Bueno...— Se rascó la nuca— Hay algo de lo que necesito hablar contigo.

— ¿Sobre lo de ayer?— Decayó la mirada— Lamento haberte metido en mis problemas...— Le interrumpió el peli-caoba.

— ¡No! No... No es eso...— Se fijó en que aún conservaba esa mirada— Ahri, puedes pedirme ayuda cuando quieras, siempre puedes contar conmigo— Sostuvo ambas manos de la joven y buscó su mirada para dedicarle una sonrisa.

— ... Gracias, Sett— Le devolvió el gesto— ¿Qué es entonces?

— Haré un viaje a Piltóver...

— ...—Iba a decir algo pero el mestizo no terminó de hablar.

— Y quiero que vayas conmigo...

— ... ¿Qué?— Se mostraba dubitativa.

— Voy a contactarme con el fabricante de los dardos, debe tener una solución a tu problema.

— ¿Y si no es así?

— Un poco de confianza, cariño... Pero si se resiste, hay otras soluciones...— Le dedicó una sonrisa maliciosa.

— No estaría en contra si eso hace que deje de elaborar esas cosas... ¿Es necesario que yo vaya?

— Tal vez...

— ¿Cómo que "tal vez"?— Hizo un ademán con sus dedos.

— Bueno, yo... Quisiera que me acompañaras.

— ... Nunca he salido de Jonia...— Se lo estaba pensando.

— Piénsalo... Aunque igualmente te llevaré conmigo.

La joven soltó una risa.

— Ya veo que no tengo opción, evitemos que sea un secuestro— Accedió— Y si me permites, tengo que regresar con mi cliente.

— Está ebrio, no notará tu ausencia.

— ¿Quieres que me quede contigo, es eso?— Le dirigió una mirada coqueta.

— ¿No es obvio?

Ahri dio una vista al sujeto, prefiriendo mejor la compañía de su jefe.

Pasó la noche como todas las demás, todo el bullicio acabó hasta la madrugada. El jefe se encaminó a su oficina, frente a la puerta de estaba Mila.

— Tengo la información.

— ¿Tan rápido?

— Y eficiente— Hizo girar una cuchilla en su mano.

— ... Hablemos adentro— Sett le abrió la puerta para que ella pasara primero, luego él le siguió, cerrando la puerta tras de sí.

— El fabricante se encuentra en Zaun, en las profundidades— Sacó un mapa que traía con sigo, señalando la estructura de la región.

[Ahri X Sett] Sangre VastayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora