Conexión

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Alguna chispa ha de haber.

El sol quemaba tras las paredes y Ahri no lo soportaba. Sett ya le había dado su primer trabajo, limpiar la habitación que da la vista a la arena (Donde se iban a instalar las personas con dinero y poder) para esta noche.

Con la piel pegajosa y el cabello húmedo gracias al sudor se recargó sobre el balcón para ver a varios de los campeones entrenando en la arena. Eran caras conocidas. Jolly le había hecho una llave a su contrincante. La campeona notó que Ahri la miraba así que la saludó desde lejos, la vastaya sólo reaccionó con una leve sonrisa y regresó a su labor.

Agitaba su mano para abanicar su rostro sudado. En eso llega Mila, la mano derecha de Sett.

Se molesta al ver que la vastaya no estaba haciendo nada —¡Ponte a trabajar! ¡El jefe fue demasiado piadoso contigo! ¡Deberías de estar agradecida!

Ahri no podía tomar en serio sus palabras, esta chica tenía a Sett puesto en un estante.

La peli-negra bufó— No importa, cuando termines asearás las jaulas— Se retiró y tras todo el sermón que le dio la morena, rodeó los ojos.

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Al finalizar se dirigía a las jaulas como le había ordenado la morena, pero se ve interrumpido su paso al encontrarse dos personas discutiendo.

— ¡No puedes renunciar justo ahora!— Le gritó el joven.

— ¡Claro que puedo, lo estoy haciendo ahora mismo!— Gritó la chica.

— ¡La batalla es esta noche! ¡El cliente pagó mucho dinero por ti!

— ¡Puedes conseguir a otra!— La mujer se retiró con paso seguro hacia la salida.

¿Qué chica querría trabajar entre hombres para esta noche? Se preguntaba el joven. Estresado dio media vuelta para retirarse a otro lugar a comenzar su búsqueda pero en eso se encontró con Ahri, de inmediato pensó en ella como su salvación.

— ¡Tú!— Le señaló mientras se encaminaba a donde estaba ella. Ahri no entendía su acción— ¿Estás ocupada para esta noche?— El sujeto no la dejó hablar para así continuar con su objetivo— Me hace falta una dama de compañía para esta noche.

— ¿Qué?— Es lo único que pudo pronunciar.

— ¿Eres la lacaya de el jefe, no? Con este empujón ya no necesitarás trabajar de limpiadora, si lo haces bien esta noche el jefe podría reconsiderarte.

Aunque le molestó que la llamase lacaya, no sonaba a tan mala idea...

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Era el momento del espectáculo, las gradas estaban casi llenas y las personas adineradas estaban por llegar. Sett mandó a Mila a los camerinos de las damas de compañía para que estuviesen preparadas para sus clientes. Ella tocó la puerta para luego pasar y ver como aún se arreglaban, unas en busca de un buen vestido, otras maquillándose, etcétera.

[Ahri X Sett] Sangre VastayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora