[Ahri X Sett] Sangre Vastaya

Arenas de Navori

El Jefe de la Arena

Ahri se había desvestido ahí mismo y se probó el otro conjunto de ropa, el cual combinaba más con el lugar; Le angustiaba pensar que tendría que salir a pelear en contra de su voluntad, ella ni siquiera se especializaba en el cuerpo a cuerpo, intentó crear un orbe pero apenas si lo logró, estaría indefensa en la batalla, estaba acabada, pensó ella... A menos que se le ocurriese una idea rápida para salir de ahí, se apegó a los barrotes de la celda para ver algún indicio que la sacase de ahí... pero nada, tendría que salir de la celda para poder escapar de ese lugar.

Un hombre con un portapapeles y dos hombres fornidos detrás de él se situaron en frente de la celda de Ahri mientras él revisaba las hojas que tenía, volteó a ver a la vastaya.

— Es ella— Le hizo una seña a sus acompañantes, uno de ellos con llaves en su mano abrió la celda y Ahri sin pensarlo atacó al hombre, pero el otro a su lado con un artefacto de metal la agarró del cuello como si fuese un animal, la jaló de su compañero y calló al suelo— Piensatelo dos veces antes, zorra...— La miró desde arriba como si fuese un ser inferior— Llévenla con los otros...— Le volvió a hacer una seña a ambos para que se la llevasen.

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— ¡Sí!— Rió el hombre a causa del ataque de uno de los campeones en la arena.

— ¡Hey, Dale! ¡Escuché que capturaste al Demonio Zorro de Jonia!

— Y así es, la mandaré a pelear aquí— Volvió a enfocar su vista en la arena.

— ¿Ah sí? ¿Porqué no cobraste la recompensa?

— ¿Bromeas? Estoy seguro que ganaré más aquí que con esa puta recompensa— Terminó tomando de su botella de alcohol.

En un segundo se escuchaba el bullicio de toda la gente por la victoria del campeón de la arena,y quienes estaban en el lugar para gente prestigiosa y de alto rango celebraban con bebidas alcohólicas chocando las copas o botellas una contra otras y rodeados de mujeres hermosas.

Pero la gente pronto se calló, estaban en presencia del jefe, quien acababa de llegar , el cual venía con dos de sus acompañantes más fieles.

— Vaya, que silencio...— Mencionó por la falta de bullicio en la habitación— Espero que no se estén aburriendo, o les partiré la cara a todos...— Lo último lo dijo en un tono de broma lo que provocó que todos volviesen al ambiente anterior de que llegase.

— ¡Hey, Sett!— Era el que había estado hablando con el cazarecompensas, se acercó al mestizo como si lo conociese de hace años pero Sett no lo vio así, este le agarró del cuello levantándolo.

— ¡Hey, tú! Me debes dinero...— El sujeto se retorcía en el aire, tomaba con sus manos el musculoso brazo del jefe como si eso le fuese a devolver al suelo.

— ¡Oh! ¡Sí! ¡Eso! Yo...— Su voz sonaba entrecortada por la dificultad de pasar aire.

Sett se fue acercando más al balcón que daba vista a la arena.

— ¡Yo-Yo te lo pagaré pronto! ¡Sólo tengo que...!— El fortachón le interrumpió.

— Claro, claro que me lo pagarás— Sett con todas sus fuerzas lanzó al sujeto a la arena, la cual estaba a varios metros de altura desde donde estaban,  hizo un ademán con sus manos como si se deshiciera del polvo que tenía entre ellas, sintió la mirada de la gente entonces miró al público que tenía— ...¡La casa invita!— Con esas simples palabras retiró la incomodidad de la habitación y todos celebraron tras el anuncio del jefe, este se sentó en su "trono" que daba vista a la arena.