[Ahri X Sett] Sangre Vastaya

Sangre Vastaya

El Demonio Zorro de Jonia

Una hermosa mujer zorro se bañaba en las orillas de un lago, en alguna parte remota de Jonia, nada más relajante que un baño con los rayos del sol de medio día, el olor de las bayas y el canto de varias aves atrayendo la atención de las hembras. Ahri, la joven zorro entrelazó ambas manos con sus cabellos desde su cabeza hasta la nuca y agarró de estos la cantidad que pudo para escurrirlos de agua mientras iba saliendo del lago, hizo lo mismo con sus nueve colas, una por una, cuando terminó se colocó sus prendas de ropa; Siguió un sendero por el bosque ya conocido por ella que la llevaría al mercado de los humanos, antes de adentrarse al lugar se cubrió con la capucha de su capa y se encaminó entre la gente, ella tenía una misión personal, saber más sobre su pasado y lo único que conocía o tenía eran las dos piedras solares que sostenía en su mano. Esta vez tendría más cuidado ya que la última vez que iba de incógnito una vidente trató de cortarle una de sus colas.

En la entrada del mercado estaba un hombre de cabello castaño claro y bigote abundante, tenía un sombrero que lo hacía llamar más la atención, junto con tres de sus compañeros merodeaban el lugar con la mirada como si buscasen a alguien, entraron al lugar y se dividieron cada quien por su lado.

— Disculpe, señora...— Le llamó la atención a una de las mercantes el que parecía ser el líder del grupo.

— Espéreme un momento, joven, ¿Deseas alguna fruta dulzura?— Se refirió a una mujer encapuchada.

— Oh, no, disculpe, sólo estaba viendo— Negó con ambas de sus manos y se movió al puesto de al lado haciendo lo mismo.

— ...Quería preguntarle, señora, si ha oído hablar sobre...— Se acercó a la señora y con su mano cubrió el perfil de su boca— El demonio zorro que merodea por estas zonas de Jonia— La señora se asustó por lo que le dijo el hombre pero ella no fue la única que recibió el mensaje, la encapuchada reaccionó de la misma manera que la mercante, la estaban buscando... La señora había asentido y le contó lo que sabía sobre la "criatura"—... Gracias señora— Se retiró del puesto para continuar con su búsqueda, cuando el hombre pasó junto a Ahri esta se tapó más su rostro con la capucha a causa del miedo.

La joven vastaya se retiró rápidamente hacia la entrada tratando de tapar su rostro pero a causa de actuar impulsivamente no pensó en que ir corriendo llegaría a levantar un poco su capa y dar vista a sus colas, puede que no todos los que estaban ahí lo hubiesen visto pero para los interesados era una fortuna. Quien vio lo sucedido corrió ante la persona que había provocado el comportamiento de la chica zorro.

— Jefe...— El joven posó su mano sobre el hombro del hombre con sombrero para llamar su atención y le susurró al oído lo que había visto provocando una sonrisa de malicia sobre su rostro.

— Irovan y Erik, vayan por las armas, tú y yo la seguiremos— Le hizo una seña a sus compañeros para acatar sus órdenes.

La joven zorro corrió hasta un claro rodeado de árboles, donde la luz del sol cubría toda la zona, creía que no había llamado la atención tras su huída pero en cuanto se calmó escuchó ruido entre los arbustos y dos de los hombres que la buscaban salieron de entre las sombras.

— Te estuve buscando por mucho tiempo, criatura... Me pagaran muy bien por ti cuando te capture— Sus compañeros restantes llegaron con armas de fuego para cada uno, él agarró una de ellas que le pasó el moreno y la cargó.

Los sujetos empezaron a rodear a Ahri... Alerta y antes de que la atacasen formó un orbe y lo lanzó al parecer al más joven de todos, quien cayó por el impacto, tras esa acción comenzó la cacería, el hombre moreno le disparó lo que parecían ser dardos de color celeste y azul fusionados como los colores de una galaxia, Ahri los esquivó por poco y volvió a lanzar orbes hacia sus atacantes, le dió a uno, sólo quedaban dos, la vastaya se distrajo sólo por unos segundos y había recibido el disparo de uno de los dardos en la parte superior izquierda de su espalda, quien lo había hecho soltó una risa victoriosa pero Ahri le lanzó un orbe en su despiste tirándolo al suelo, se empezaba a sentir cansada... El jefe aprovechó la situación y disparó en dirección a la zorro pero ella esquivó el dardo, enfadada y debilitada corrió hacia él pero recibió otro dardo en la espalda por el novato y cayó al suelo. El líder del grupo se acercó a ella y se puso en cuclillas.

— No pensé que estos dardos funcionasen.— La miró con su sonrisa satisfactoria— Estos no solo tienen tranquilizantes, también absorben la esencia de tu cuerpo, señorita... Que tengas dulces sueños.— En cuanto terminó de explicar el hombre, la vastaya cayó rendida...

Ahri había sido metida en una jaula de tres por tres metros, ni muy grande ni muy pequeña, y para evitar llamar la atención los cazadores la taparon con una gran sábana. Había lapsos de tiempo en los que Ahri despertaba pero sus ojos pesaban aún a causa de los dardos que habían absorbido su esencia.

"Si se despierta ponle otro dardo"

"¿Ya falta poco para llegar , Jefe?"

"Llévenla atrás"

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La zorro había abierto los ojos después de varios días, se encontraba en una prisión hecha de piedra castaña iluminada por el fuego de las antorchas, se recargó sobre sus manos aún debilitada.

— Ya despertaste, llevas unos días así...— Era el hombre que la capturó, verlo a él no la ponía de buen humor...— No me mires de esa forma, te vas a divertir aquí...

— ¿Dónde estoy?— Preguntó aún mirándolo alerta.

— ...Ponte esto,— Le lanzó unas prendas de ropa— No vas a poder pelear con eso.

— ¿Pelear?— Pensó que no la había alcanzado a escuchar.

— Bienvenida a las Arenas de Navori, señorita— Se retiró del lugar.

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