Día 18
El ruido sordo de sus pies golpeando la madera junto con el sonido del aire susurrando en sus oídos era en todo lo que se podía concentrar, mientras sentía como los músculos de sus piernas comenzaban a calentarse por el sobre esfuerzo, realmente estaba en bajos niveles, pero no importaba porque solo estaba enfocado en una cosa.
Un aviso de urgencia interrumpió en la apacible madrugada. El grupo de sus niños había encontrado la guarida central y ahora estaban esperando el momento oportuno para atacar por sorpresa. Necesitaba llegar a tiempo para el ataque pero sus músculos ya le gritaban quejumbrosos por el sobre esfuerzo por haber perdido el hábito de correr a esas velocidades pero no podía bajar la velocidad quería llegar cuanto antes, desesperado corría intentando acortar el tiempo.
Al llegar al lugar se encontró con un edificio abandonado desde hace demasiado tiempo pues parecia que estubiera apunto de derrumbarse, o tal vez era por que la batalla ya había acabado y se veia peor de lo que deberia, sus ninjas estaban en la puerta sacando a gente detenida otros que parecían cadáveres no había nadie herido pero, no se veían contentos. Y sobre todo.
¿Donde estaba Gai?
Enseguida vio salir a Yamato, su cara estaba tensa, no cruzaron ninguna palabra pero entendió que le conduciría hasta Gai, las miradas que se dirigían a él y con los que cruzó su vista eran ojos en los que no quería pensar, los pasillos sucios desde el suelo hasta al techo y tan oscuros le comenzaban a inquietar el alma, su ser se oprimía no quiere pensar no quiere razonar.
Yamato se paró de pronto delante de una habitación con la puerta cerrada, no le miraba, su vista solo se dirigía hacia el suelo.
Abrió la puerta y todo lo que captó fue el olor a sangre.
Toda la habitacion olia únicamente a sangre, sangre fresca, como la que se encontraba en el enorme charco que se extendió por el suelo, que parecía querer llegar a él y tocarlo, el cálido líquido fluía libre sin descanso solo haciendo mas y mas extenso alrededor del cuerpo que perdía su calor. Camino con calma como si nada de eso estuviera ocurriendo, se arrodilló ante él acercando y abrazando su parte superior poniéndolo sobre él y llenándose de su sangre en el procesos, observó a su lado a Sakura que con desesperación estaba intentando curar lo que era incurable.
Gai se estaba muriendo.
Había perdido todo su color, totalmente pálido con una respiración tan superficial que apenas podía decir que respiraba, su cuerpo se sentía tan frío que dolía, no parecía poder enfocar la vista en nada pero cuando le miro sintió como definitivamente todo dentro de él se derrumbaba hasta sus cimientos hasta volverse polvo y al final en la nada misma, todo el se estaba muriendo junto con Gai a cada segundo se sentía mucho más vacío.
Sus ojos se estaban opacando cada vez más, la vida los estaba abandonando solo dejando la sombra de la muerte inminente en ellos, hubo un intento de mover sus labios de pronunciar sus últimas palabras, palabras que nunca llegaron, Gai ya se había ido, con su mirada fija en él.
Todo se oscureció a su alrededor solo quedaba el rojo, siempre el rojo de la sangre de los demás, su miedo más grande estaba junto frente a él entre sus brazos. Sus manos estaban impregnadas de la sangre de Gai todo él estaba manchado por su sangre.
No podía respirar ahora si se había quedado sin nada, sin nadie, todo lo que más había amado se lo habían arrebatado la sangre de ellos siempre descansaba en sus manos, húmeda caliente y con ese olor a hierro que tanto odiaba pero siempre le envolvía, era su culpa todo esto era su culpa nunca tuvo que dejarse llevar por sus emociones si no hubiera sido tan egoísta tan débil él seguiría vivo.
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Olor A Hogar
FanfictionLas alianzas tras la última guerra también le había traído paz a el, pudo sanar heridas viejas y abandonar antiguos miedos. La vida que antes le parecía una fantasía inalcanzable, ahora mismo era una realidad, le envolvía de una felicidad que casi...