Solo tú me haces feliz. TERMINADA.

#15 Se descubre la verdad.

Narradora Omnisciente:

Mamá, toma hielo. Exclamó Tori algo desesperada, agarrando una bolsa de este y pasandoselo a su madre.

Me duele, aagh. Mintió esta, pasándose una mano por el ojo.

A ver, déjame verte, ma. Habló su hija, agachándose un poco y le sacó las manos de su rostro.

Ni una marca...

Ma... no tienes marca... Habló ella, recordando cada palabra que le dijo Jade.

Tal vez me salga luego, cariño. Ocultó su nerviosismo haciéndolo pasar por una voz dolorosa debido al "golpe". Esa chica es muy violenta y yo no le he hecho nada. Negó con la cabeza.

No sé que le está pasando a Jade, mamá... Le restó importancia, aunque seguía nerviosa y con cierta tensión en el estómago. Iré a mi cuarto. Dijo, y subió las escaleras.

Quiso distraerse un poco y se sentó en la cama, a usar su teléfono. Sin poder reprimirlo, empezó a stalkear a Jade en Instagram.

¡Mierda! Gritó al instante apenas notó como su dedo tembló y tocó dos veces sobre una foto. Se le había escapado un like de una foto del año pasado. ¡Maldita sea! Lo apagó y lo tiró nerviosamente a la cama.

Se acostó, mirando al techo. ¿Y si Jade decía la verdad? ¿Y si todo era trampa de su madre? Pero... era su mamá, ¿cómo desconfiar de ella? ¿Y por qué sentía esa horrible sensación de culpabilidad con Jade?

Se tomó una ducha y volvió a su cuarto a descansar.

Al día siguiente.

Sonó su alarma y aún con el pijama puesto y el pelo revuelto, bajo las escaleras y bajó a desayunar. Se sentó y vio como su papá colocó un tazón de cereales con leche frente a ella con una cálida sonrisa.

Gracias pa. Dijo ella, para luego empezar a comer. ¿Y Tri?

Acabo de llevarle su desayuno al cuarto, está enferma.

Yo solo asentí, aunque sabía que seguro era porque se quería pasar de algún examen. Seguí comiendo.

Hola familia. Bajó Holly de su cuarto, caminando hacia ellos y dándole un corto beso a su esposo.

¿Cómo vas del ojo, mamá? Dijo Tori aún mirando su desayuno. Levantó la mirada y ahogó un leve grito de sorpresa. Ni una marca, ni siquiera el parpado caido o rojizo. No tienes ni una marca, es... Ocultó su disgusto. Una maravilla. Sonrió para luego meterse otra cucharada de cereal.

Tengo vasos sanguíneos fuertes, hija. Sonrió.

Wow, ¿de qué me perdí, chicas? Habló David.

Nada, nada. Tori levantó la ceja, ¿acaso no iba a decirle? Bueno Tori, ya ve a prepararte, llegarás tarde. Iba a sacarle el tazón.

No Holly, aguarda. Faltan cuarenta minutos aún. Una llegada tarde no es nada y menos para Tori. Dijo el padre, haciendo que su esposa le deje el tazón. Es preferible eso a que se desvanezca por no desayunar. Le guiñó un ojo a la menor y se fueron por la puerta.

Tori siguió comiendo, aunque ni siquiera tenía ánimos. Lavó el tazón, se vistió y salió a la escuela, saludando a sus padres desde la puerta.

Fue en un taxi y al llegar, vio a Jade con Jughead. ¿Por qué se sentía así? Se sentía horrible, tenía un ardor en la garganta desagradable. Pasó a su casillero. La horas pasaron y no vio a Jade en todo el día.