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Saber que irás al infierno puede ser tranquilizante.
Otra cosa es estar ya en el infierno y experimentar las "consecuencias".

La piel expuesta al calor abrasador puede ser torturador.
El ardiente ambiente en unos minutos cambiaría a ser un aterrador frío.

Tan aterrador ya que ese frío les recuerda a los demonios noche y día la sensación de muerte que sufrieron antes de llegar a ese lugar.

Por más fuerte y aterrador que sea el demonio, definitivamente no queda impune a ese frío asquerosamente familiar.

Aunque uno se haya asentado en el infierno de manera prominente y poderosa, siempre habrá una parte vacía en el pecho.
Si todos esos pecadores tuvieran almas, se preocuparían.

Aunque ya todo vale mierda, ya está en el infierno, ya no vale de nada tratar de ser una buena persona...o demonio.

Aunque aquel día, pudo haber cambiado ligeramente de opinión.

Una desastrosa entrevista que fue transmitida por todo el infierno, pudo llenar de esperanza a ese demonio vacío.

-¿Hotel Feliz?-una leve mueca se formó en los labios de ese demonio de forma humana.

-Suena como si fuera un mal chiste-apagó la televisión al tocar solo un botón.

Aunque, tal vez podría funcionar...

No, ya estamos todos en este barco llamado "infierno"
Si hay un castigo por todas las atrocidades que hemos cometido, este es el tan mencionado castigo.

El chico se acostó, hundiendo su cabeza en la almohada.
Pero como siempre pasaba, uno de los cuernos perforó la almohada.

-¡Cambio!-ante tal grito, una chica de no más de un metro entró con una almohada en la mano.

La cambió rápidamente y se fue de la habitación sin levantar no una vez la mirada.

¿Podría cambiar después de todo lo que hizo?

Oh, no.
Claro que no.

...Joder, mantén una actitud positiva.

Bien, primer intento.

-Positivamente no podré cambiar...-ahogó un grito en la almohada.

Que nuevamente fue perforada, pero esta vez por los dos cuernos.

-¡¡Cambio!!-la misma chica entró y a una velocidad doble cambió todo y nuevamente salió.

Segundo intento.

-Positivamente, esto es un estupidez-el demonio quedó callado por un momento y estrelló nuevamente su cabeza en la almohada.

Siendo perforada por...no sé ya perdí la cuenta.

-¡No quiero volver a ver otra maldita almohada en toda mí puta muerte!-se escuchó el grito de la chica justo al lado de la puerta, genial ya la espantó.

-¡Lo siento Fery!-de vuelta recibió unos balbuceos que no podían ser consideradas palabras.

Tal vez si podría cambiar.

De manera lenta, pero podría.

-Joven amo, el demonio de la radio está...-la chica demonio de nombre de Fery fue interrumpida por el anterior nombrado.

-¡Mi buen amigo! Al parecer sigues teniendo ataques de ira...ligeros-dudó un momento al pronunciar la última palabra, las plumas de las almohadas masacradas ese mes estaban regadas por la habitación.

-¿Viste el desastre que hizo la princesita?-le pregunté lanzando la almohada a una esquina con las otras.

-¡Claro que lo ví, fue un gran fiasco!

-Quieres ir ¿Verdad?

-Maybe!-dicho eso comenzó a reír.

Ahora sé que tendré que ir si o si, no puedo negarme.

Bueno, podría, pero moriria...otra vez.

-¡Bien! Vamos al Hazbin Hotel-sin esperar a mí repuesta Alastor salió de la habitación.

-¿Hazbin Hotel?

-Oh, ya entendí-reí brevemente al levantarme.

Tal vez estar aquí en el infierno no sea tan malo después de todo.

-Oh, también incluiré a Nifty y Husk a esta expedición.

Olvidénlo, odio el infierno.

Hazbin Hotel [One-Shots & Escenarios] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora