Capítulo XVII: ni idea

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En el momento en que acepté el trato, Mateo se mostró muy contento ante mi respuesta y al acto seguido me dio un beso, el cual me sorprendió mucho. Ahora, solo me estoy arrepintiendo de esto, he aceptado sin tener algún sentimiento de amor hacia él...; sin embargo, ya no hay vuelta atrás, Mateo es mi enamorado. 

Las semanas siguientes de aquel día, las pasé junto a Mateo. Desde que fui rechazada, Joaquín dejó de aparecer por el parque, era como si se hubiese mudado, pero aún veía a su perro con otra persona, eso es raro. 

Otra vez volví a pensar en ti, Joaquín, es imposible. Sé que no debería preocuparme, estoy siendo feliz con Mateo... o eso intento. 

Los escritos que jamás leerásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora