Capítulo V: algo extraño

91 41 3
                                    

Lo volví a ver, pero esta vez fue distinto a las demás, porque él me dirigió la palabra. No sabía como reaccionar en ese momento y hasta pensé que se estaba dirigiendo a alguien más. Al escuchar su voz, solo pude sentir como mi corazón se aceleraba y mis mejillas se ponían calientes. 

– ¿Hola...?

– Eh, hola.

– ¿Qué tal? Disculpa si te molesto, pero me di cuenta que no sabía tu nombre y decidí acercarme.

–Oh, no te preocupes. Me llamo Sabrina.

–Soy Joaquín; un gusto.

De hecho, antes de que él llegara a hablarme, solo podía sobrepensar mucho sobre mi vida y de cierta forma, agradezco que se haya acercado. Además, creo que mi ilusión por él ha aumentado. 

Los escritos que jamás leerásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora