Capítulo VIII: momentos

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Hoy me contó que su enamorada lo dejó, de verdad que traté no demostrar mi felicidad por esa noticia, hasta que solo pude ver a un Joaquín muy destruido; todo cambió. No supe que hacer, no quería verlo de esa forma; no a él. Lo único que se me ocurrió fue buscar ideas para que vuelvan; al menos, me lo agradeció con un abrazo y un beso en la mejilla... 

¿Por qué lo hiciste Joaquín? ¿No ves que solo aumentas mis latidos y puedes darle un giro completo a mis emociones? ¿Acaso debo conformarme solo con esto? 

Pero al sentir su tacto una electricidad recorrió por todo mi cuerpo; fue tan especial y supongo que es el efecto de estar enamorada, ¿no? 


Los escritos que jamás leerásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora