Fiesta.
Situación eufórica que implica drogas, alcohol, vomitos, resaca y adolescentes hormonales.
Unas de las razones por las que no voy seguido a fiestas es porqué siempre termino en un estado de ebriedad nada normal para alguien de 16 años y porqué al día siguiente siempre me levanto con mucha resaca. La última vez que fui a una fiesta fue al inicio de las vacaciones, mis padres casi me cachan entrando por la ventana de mi habitación y preferí no volverme a arriesgar más así de esa manera.
Está noche me he dejado convencer de Avery quizás porque por una parte ella tiene la razón, debo de salir divertirme disfrutar de mi juventud y lo que aún me falta por vivir, no está para nada mal alejarme por una noche de Liam... Al contrario, me hace Bien.
Está noche traigo un pantalón de cuero color negro con un top color melocotón que deja ver mi piercing en el ombligo.
Llegamos a la fiesta el sonido de la música es ensordecedor y causa estrago en mi pequeño ser, Avery se adelanta con una sonrisa enorme en su rostro fascinada por lo que hay frente a sus ojos. Es increíble todo esto, hay millones de adolescentes con vasos seguramente que con algún tipo de alcohol, mujeres más o menos de mi edad con vestidos diminutos, personas fumando cualquier tipo de drogas y otras tiradas en el suelo teniendo sus encuentros íntimos a plena luz de la Luna.
-Esto es increíble- Exclama Avery pasando entre la Multitud de adolescentes ebrios y otros más que ebrios. La puerta de la casa está abierta de par en par, es más que obvio que cualquiera que quisiese entrar lo haría.
Apenas pongo un pie dentro de la fiesta ya quiero marcharme, No me sorprende no ver a Avery a mi lado ella era la más entusiasmada en venir a esta fiesta. Un olor a alcohol con cigarrillo inunda mis fosas nasales amenazando con que estas sangren. Hay luces blancas parpadeantes provocando en mí qué me sienta perdida.
-¿Quien Organizó esta fiesta?- Grito en el oído de Tiffany quien detalla el lugar al igual que yo.
-Ya veras. ¿Quieres algo de tomar?- Asiento y para no quedar perdida entre la multitud la acompaño pero un depredador toma de mi brazo empezando a jalonearme a algún sitio oscuro y solitario, como es de suponerlo Tiffany no se da cuenta que he sido arrastrada por algún desconocido.
-Suéltame bastardo violador- Grito rabiosa por la forma en que jalonea mi brazo. Esto me está pasando por querer pasar una noche sin Liam.
-¿Como que bastardo?-
-En serio Pamela ¿Violador?- Sus ojos azules como el cielo son lo primero que percibo de el, su deliciosa aroma sigue siendo el mismo y sin duda me sigue encantando, su pelo negro, largo y desordenado lo hace ver extremadamente sexy y aún que está oscuro se que en este momento el me observa detalladamente.
-¿Auden?- Me permito observarlo un poco más para asegurarme que sea quien creo que es
-Si Pamela soy Yo- Chillo y me lanzo a abrazarlo colocándome de puntitas y llevando mis brazos a su cuello, este recibe mi abrazo felizmente abrazándome por la cintura y dándome vueltas haciéndome reír.
-Jajaj, Basta imbecil-
-Veo que no dejas los insultos-
-Yo no cambio querido- Digo poniendo mi mano en su hombro de manera coqueta.
Auden Lacroze. Es mi viejo y gran amigo de la infancia, lo conocí en el jardín de niños cuando tenía sólo 4 añitos, crecimos juntos, estudiamos juntos en la primaria hasta que un día sus padres se lo llevaron a su pais natal Francia 🇫🇷 La ciudad del amor. Se fue prometiendo volver y después de 6 años ha vuelto completamente cambiado, el es mayor que yo por 4 años. Ahora está echo todo un hombre, tiene una barba no tan larga, su cuerpo está completamente trabajado. En pocas palabras es un Adonis.
-Dime que vuelves para quedarte-
-Vuelvo para quedarme Ma belle- Chillo de la emoción y vuelvo a abrazarlo aún sin poder creérmelo.
-Hay que celebrar!- Exclamo dirigiéndome a donde todos están bailando. Mi estado de ánimo a cambiado por completo estoy demasiado contenta con que Auden a vuelto.
Empiezo a bailar animadamente junto a Auden moviendo mis caderas, olvidando todo lo que he pasado desde que Liam llego a la casa, olvidando el mal día que tuve, olvidándome de los misterios, del deseo, del miedo, de lo prohibido, de mi virginidad, del mundo a mi alrededor. Sólo quiero vivir el momento y disfrutar con mi gran amigo Auden quien ha vuelto después de 6 años. Está demasiado atractivo parece sacado de una revista para adolescentes con hormonas, incluyéndome.
Contrólate Pamela sólo es tú amigo Auden.
Narrador Omnisciente:
La noche se puso alocada, Pamela y sus amigas habían perdido la noción del tiempo, cada vez había más alcohol en aquel lugar donde se encontraba Pamela, por lo tanto ella cada vez ingería más alcohol sin detenerse, acompañando a un grupo que se consiguió en el patio jugando verdad o reto.
-Verdad o Reto Pamela- Habla uno de los integrantes del grupo donde estaba Pamela arrastrando las palabras.
-Reto-
-Te reto a que veces a ese chico de allá- Señala a un costado aún chico que a simple viste parece un Adonis.
Narra Auden Lacroze:
Su pelo negro largo y lacio, sus ojos de un color avellana, sus pecas que sin duda la hacen ver tan adorable. Esos ojos que me encantaron desde la vez que le vi en aquel parqué, esos ojos que brillan como la luz del Sol.
Oh mierda, que cursi Soy
Volví seguro de que ya no sentía lo mismo por ella, pero ya ni sé si estoy seguro, está igual que Siempre... Hermosa.
-Holllla Guapooooo- Escucho a Pame decir a mi dirección por lo que supongo que a quien le habla es a mí.
-Pamela ¿Te encuentras bien?- Esta empieza a cercarse a mi cara quedando a pocos centímetros de mis labios.
-Mejor que nunca- De su boca sale un fuerte olor a Alcohol con otra especie más de bebida y con eso es suficiente para saber que La dueña de los ojos de avellana está ebria.
-Te llevaré a tu casa- Esta intenta decirme algo pero lo único que logra salir de su boca es vomito 🤮
-Oh mierda- Pamela vomita un poco mis zapatos pero luego la ayudo para que vomite en los arbustos, paso mi mano por su espalda para calmarla mientras ella sigue botando todo lo que ha bebido esta noche.
De haber sabido que se pondría así la habría llevado a otro lugar.
-Lo siento- Dice recuperando el Aire.
-No te preocupes te llevaré a tu casa- La tomo en brazos y la llevo hasta mi camioneta. Nunca imaginé ver a la pequeña Pamela en estas circunstancias, sólo tiene 16 años, pero en fin así está la juventud de hoy en día
-Porqué no me das un beso?- Dice ella derrepente haciendo que algo en mí se prenda.
Te has excitado
Callate conciencia
La subo a mi camioneta y cuando estoy apunto de llevarla a su casa una pregunta invade mi cabeza ¿Sabrán sus padres de que ella andaba en una fiesta? Chasqueo la lengua y sigo conduciendo
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Viviendo Con El Intruso
CasualeEn la juventud de hoy en día las niñas de 14 a 11 años pierden la virginidad con mayores de 18 o en lo peor de los casos salen embarazada a muy temprana edad. En la juventud de hoy en día las mojigatas terminan siendo las más atrevidas ( sólo alguna...