𝐕𝐌𝐈𝐍 | Donde Taehyung tiene una pequeña hija que le habla todos los días de su increíble profesor de deportes, tentando a su padre de conocer al chico. Aunque no esperaba enamorarse.
ᰔ ¡Traducción/adaptación! Todos los créditos a su respectiva a...
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Jimin se colocó las manos en las caderas, sacudiendo la cabeza a ambos lados mientras observaba los intentos fallidos de los niños que intentaban patear el balón hacia la portería. Suspiró decepcionantemente ya que casi todos los niños fallaron; no podía entender por qué están siendo tan inactivos y audaces.
—Hola, escúchame. Apunta primero con la pelota y luego patea. No solo vengas y patees la pelota ienes que patear la pelota para anotar, ya sabes— dijo, y atrapó la pelota que Jinwoo, el chico que intentó por último.
Lo colocó justo en el medio y apuntó su pie, encontrando el ángulo perfecto y golpeándolo y metiéndolo dentro de la portería sin esfuerzo.
—Mira.
—¡Por qué es tan difícil! Hice lo mejor que pude pero no pude entenderlo, Jimin—Huisu hizo un puchero y cruzó los brazos frente a su pecho. Los niños asintieron, Jimin tampoco tenía respuesta. No podía entender por qué tampoco.
—Nuh, solo haz lo que Jimin nos enseñó. No es tan difícil si apuntas correctamente—Jimin se volvió de espaldas para encontrarse con una sonriente Jiya que observaba a sus compañeros tratando de patear la pelota hacia la portería.
—¿Puedes mostrarnos por favor, Jiya? Creo que no entienden lo que estoy tratando de decir—asintió alegremente y esperó a que Jimin tomara el balón y lo colocara frente a la portería.
Ella movió su pie, tratando de encontrar el ángulo perfecto y lo pateó, convirtiéndolo en la meta, recibiendo un fuerte aplauso de Jimin y sus amigos.
—¡Wow, eres increíble Jiya! ¡Bien hecho!—Jimin exclamó alegremente y chocó los cinco con Jiya, revolviéndole el pelo y pellizcándose las mejillas.
Los niños también estuvieron de acuerdo con el profesor de deportes, mientras vitoreaban a Jiya. Ella sonrió ampliamente y también lo hizo Jimin.
Si solo alguien pudiera ver sus sonrisas, era tan idénticas que alguien podría preguntarse si realmente son padre e hija. Tal vez sea raro, pero maravilloso que Jimin y Jiya tengan sus sonrisas similares entre sí.
—¿Alguna vez has aprendido algo sobre fútbol, Jiya?—Jimin preguntó mientras hacía que otros niños fueran y se refrescaran después de entregarles a cada uno una botella de agua, Jiya y él continuaban su pequeña charla sobre fútbol.
—Uhm, mi Appa solía ir a ver partidos de fútbol conmigo cuando estábamos en el extranjero. Solía explicarme tácticas y habilidades cada vez que algún jugador hacía eso—Jiya respondió y Jimin quedó impresionado nuevamente.
Vaya, su padre debe tener un vasto conocimiento de los deportes.
Jimin no pudo evitar sentir curiosidad. Jiya era realmente talentosa, pero ese talento podría estar oculto si no hubiera ninguna persona que lo descubriera por ella. Y su padre ya lo ha hecho, Jimin sintió una repentina felicidad al pensar en cómo el padre de Jiya ha hecho que su hija sea impresionante entre otros niños cuando se trata de deportes.
