🧃[13]

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Taehyung sorbía tranquilamente su Americano, con los ojos pegados a la pantalla de su computadora

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Taehyung sorbía tranquilamente su Americano, con los ojos pegados a la pantalla de su computadora. Era su rutina diaria revisar todos sus correos para ver si había algún cambio en su horario antes de despertar a Jiya para la escuela.

Sus ojos se dirigieron hacia su teléfono que sonó indicando que había un mensaje para él. Tomó su teléfono y lo abrió, solo para ver un mensaje de un número desconocido. Con curiosidad recorriendo su mente, Taehyung lo vio y sonrió de inmediato.

Número Desconocido

¡Buenos días, señor Kim! Soy Park Jimin, el maestro de deportes de Jiya. Tengo el privilegio de saber que compartes los mismos intereses que yo en los deportes y me preguntaba si podríamos encontrarnos en algún momento. Ya sabes, ¿pasar el rato si estás bien?

La necesidad de Taehyung de conocer a este interesante maestro de el cual Jiya hablaba casi todos los días crecía repentinamente. Y no tuvo que esperar mucho tiempo para recibir el mensaje de Jimin.
Además, esta persona estaba interesada en algo que él también era, así que pensó que sería genial conocerse un poco. Además, este es un maestro perfecto que Taehyung siempre quiso conocer desde el principio.

¡Buenos días, señor Park!
Me alegra que piense que podríamos pasar el rato alguna vez.
A Jiya le gustas mucho y me siento honrado de conocerte. Estoy libre esta noche y ¿Está bien si te recojo a ti y a Jiya después de la escuela?

Número Desconocido
¡Suena genial, Sr. Kim! ¿Entonces te espero con Jiya después de la escuela?

¡Claro, señor Park!

Número Desconocido
¡Bueno! Tengo que ir y prepararme, ahora ¡hasta luego, Sr. Kim!

¡Adiós, señor Park!

Taehyung sonrió y apagó su teléfono, alejando su computadora portátil. Se levantó y salió de su habitación, su sonrisa nunca dejó sus labios.

¿Razón? Sí, va a conocer a alguien que le dio felicidad a su hija. Y la felicidad de su hija es lo que siempre le importa.

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