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Taehyung estacionó su auto en una de las máquinas tragamonedas disponibles en ese momento. 

—Gracias a Dios, aún no está lleno— murmuró mientras le indicaba a Jiya que bajara del auto. 

Luego se acercó a la niña y le tomó la pequeña mano, caminando hacia la escuela.  Era el tan esperado día de reunión de padres y maestros y a Jiya se le permitió venir con Taehyung más tarde de lo habitual.  Cuando entraron a las instalaciones de la escuela, todo lo que pudieron ver fue a padres e hijos caminando o corriendo aquí y allá.  Había pocos grupos de padres que conversaban en voz alta, bromeaban y los niños jugaban con entusiasmo aquí y allá. 

Parecía que a nadie le importaban las reglas de la escuela, tal vez porque es un día libre.

Jiya se aferraba al brazo de Taehyung mientras caminaba hacia el aula de Jiya.  No estaba tan lejos, solo un par de cuadras.  Se abrió paso entre la gran multitud y entró en el aula, solo para ser recibido por la señora Lee con una gran sonrisa. 

—¡Hola, Sr. Kim! Es muy agradable verte aquí ... Por favor, siéntate en el lugar de Jiya—saludó Taehyung mientras se inclinaba, mirando por el aula, los asientos estaban casi llenos, excepto uno o dos y  dejó que Jiya lo llevara a su lugar. 

Entonces Taehyung se sentó en la gran silla que supuso que se le había asignado y Jiya estaba sentada en su habitual.  Taehyung sonrió a los padres que lo saludaban con sonrisas y, más temprano que tarde, el lugar se llenó de todos los padres e hijos relevantes. 

—No esperaba que esto fuera así, Jiya—Taehyung susurró haciendo reír a Jiya. 

—Appa, esta es la reunión general que tienes con el maestro de clase. Terminará en media hora, no te preocupes.

—¡¿Media hora ?!— Taehyung susurró gritando haciendo que otros pocos padres lo miraran.  Inmediatamente se inclinó un poco para disculparse haciendo que Jiya se riera una vez más. —Deberías haberme dicho, princesa. Me hubiera puesto algo más cómodo que este abrigo.

—Appa ... tienes que usar esto, incluso te lo dije antes—suspiró Taehyung y apretó los labios.

—Sí, claro—Jiya miró a Taehyung y le sacó la lengua, sin darle tiempo a Taehyung para hacer lo mismo, ya que la Sra. Lee comenzó a dirigirse a la multitud. 

En cambio, Taehyung pellizcó las mejillas de Jiya y se centró en la Sra. Lee, quien estaba explicando cómo la escuela ha tomado medidas para elevar aún más los estándares de la escuela primaria.  La reunión continuó pacíficamente y, para la sorpresa, fue menos aburrida.  Mrs.Lee no era una persona con esa voz en la que te puedas dormir fácilmente escuchándola.  Era atractiva y relajante, el tono adecuado para explicar.  Ella era maestra después de todo, tal vez por eso. 

—Entonces, me gustaría terminar la reunión y todos ustedes pueden ir y conocer a los maestros deseados si quieren saber sobre el desempeño de su hijo—la Sra. Lee descartó la reunión y los padres salieron de la sala uno por uno. 

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