Capítulo 80 (LIBRO 2)

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Narra Ae

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— Me sentiré mejor pronto. Creo que deberías preocuparte por ti mismo. ¿Cómo es que mi cuñada todavía no se ha aburrido de ti?

— Oye, cuida tu boca, Ae. Mi hijo es un ángel, así que no puede soportar el olor a sudor. No es que mi esposa lo odie, así que cuídate o te voy a golpear.

— Eres más que bienvenido a venir aquí.



No tengo miedo en absoluto. De hecho, estoy mostrando en una pose retadora para mostrarle que estoy preparado, sin embargo él agitó las manos.



— Los caballeros no usan la violencia sino solo la boca para calmar las cosas. O si no, lo aclaran con un juego de Sepak takraw ¿verdad? Tendré  que ir contigo.


[Nota: -+Según San Wiki-+-  epak takraw (pronunciación : [seˈpak taˈkro]) ( de puntapié, o simplemente takraw) es un deporte nativo del suroeste de Asia, parecido al voleibol, excepto que el takraw utiliza una pelota de (una especie de caña proveniente de la India) y solo permite a los jugadores utilizar sus pies y la cabeza para tocar el balón. Es una especie de cruce entre el fútbol y el voleibol, muy popular en Tailandia, Camboya, Malasia, Laos e Indonesia.​​]



Ok, mi hermano cambia el tema con cosas que me hacen reír.

— Es increíble. Tu barriga se está volviendo cada vez más grande. Y tú, con respecto al juego, me temo que ni siquiera podrás levantar los pies.

— ¿Me estás desafiando?. Solo espera y verás, te mostraré lo bueno que soy... después de todo, ya soy padre de dos hijos.

Asiento y acepto llevar a mi hermano conmigo para jugar epak takraw. Sé muy bien que él está tratando de animarme, aunque no lo diga en voz alta, me hace pensar en ello. Siempre me propone acompañarme a hacer cosas que me interesan.

Cuando Pete desapareció de mi vida, no tenía ganas de hacer nada. Pero cuando le dije a Pond que quería desaparecer, ese tipo me rodeó el cuello y me llevó al campo de fútbol. Dijo que no debería calmar mi tristeza en un bar, sino que debería patear la pelota con todo mi corazón en el campo de fútbol. 



Al final, ¿sabes lo que sucedió? 



Este año nuestro equipo de fútbol ingresó con éxito a la final de la liga universitaria. 

No sé si es por las palabras de Pond o no, pero creo que la única manera de ayudarme a dormir sin tener una pesadilla es hacer mucho ejercicio para consumir mi energía.

Puse mi corazón y mi alma en jugar fútbol e incluso intenté jugar epak takraw. También me inscribí en esas organizaciones de voluntariado. Hice todo lo posible para no tener tiempo de pensar en lo que hizo sufrir a mi corazón, pero... nunca he dejado de pensar en él, ni por un momento.

Antes de irme a la cama todas las noches, siempre miro el anillo en el dedo de mi mano derecha, y realmente aún puedo escuchar aquellas suaves palabras de Pete repitiéndose en mis oídos.

Our unexpected story 1,2,3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora