Our unexpected story 1,2,3

Cap. Especial 4 (LIBRO 3)

Pete se fue... Me dejó...

Dentro de la cabeza del adolescente que estaba sentado en el campo de fútbol, ​​solo quedaba este pensamiento. Miró la sombra de sí mismo que se extendía bajo la puesta de sol. Recordó aquellos días en los que estaba de la mano de esa persona, paseando por el campo. Pero  ahora... ya no está. Quizás, incluso la oportunidad de volver a estar en ese mismo sitio... se había ido.

La persona que amo jamás volverá.

Mientras pensaba en ello, Ae no pudo evitar cubrirse la cara con las manos. Cuando su visión se volvió borrosa, se dio cuenta que sus manos estaban empapadas por las lágrimas. Pero a él no le importó. Incluso si lo llamaban debilucho, maldito perdedor, no importaba, porque en este punto solo podía pensar en una persona... Pete.

—¿Qué se supone que debo hacer, Pete? ¿Qué se supone que debo hacer sin ti?, ¿cómo podría vivir?

Aquella persona fuerte que podía superar cualquier cosa, cuando se trataba de amor, ni siquiera tenía el coraje de enfrentar la verdad...

Esos recuerdos de ellos están desapareciendo lentamente.

Hoy, la mamá de Pete llamó a Ae para hacerle saber que iría al apartamento para llevarse todas las cosas. A pesar de que Ae se recordó a sí mismo que debía ayudar, ya que sabía que dos delicadas mujeres no serían capaces de levantar cosas pesadas, pero... sus piernas no tenían fuerzas para llevarlo allí y enfrentar la cruda verdad.

En este momento, una figura apareció repentinamente y bloqueó el último destello del sol poniente. Ae ni siquiera se preocupó de mirar hacia arriba para ver quién era.

—La tía Putch ya está en el apartamento de Pete, Ai'Ae—dijo la figura en tono preocupado.

—...

Pond habló mientras al que se le pidió que fuera al departamento de su exnovio a recoger las cosas por él, solo se quedó quieto como un estátua. Ver a su amigo en un estado como este hacía que una persona que siempre estaba alegre como Pond no pudiera ni siquiera formar una sonrisa. Pond le dio una palmada en el hombro a Ae y dijo:

—La mamá de Pete me pidió que te dijera que quiere verte. Parece que está  preocupada por ti...

—Yo... no sé si pueda verla. Fue por mí culpa que Pete tuviera que ir a un lugar tan lejano como ese, yo...

Intouch se sentía tan ahogado.

Al ver a su amigo así, Pond quiso decirle algo para consolarlo, pero... La herida estaba fresca,y  aunque fuera tratada con la mejor medicina, no se curaría de inmediato. Por lo tanto, solo palmeó el hombro de la otra persona varias veces más, le dio la espalda y se alejó.

En este momento, solo quedaba Ae. Estaba sentado allí solo en silencio, con ambas manos cubriendo su cabeza al mismo tiempo que cerraba los ojos con fuerza.

Sin ti, ¿cómo voy a seguir viviendo?... ¡Qué debo hacer!..

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—¿Puedes darte prisa, Pond? Ai'Ae durante horas ha estado bebiendo alcohol como si fuera agua.