Capítulo 55 (LIBRO 2)

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Mientras que una pareja se reconcilió, la otra pareja al parecer camina en una dirección extraña... Aunque es casi el final del año, el sol de la tarde aún se siente caliente, y a nadie le gusta correr bajo el sol ardiente. Es lo mismo para los chicos del equipo de fútbol que posponen su entrenamiento hasta la tarde.

La pregunta es, ¿dónde está Kirakorn en este tiempo libre?


—¿Qué me trajiste hoy?


La respuesta es...

Exacto, este chico corre al edificio del programa internacional para ver a alguien. Pues un chico acaba de enviarle un mensaje para que se dirija al lugar en busca de la merienda.

Inicialmente pensó como de costumbre, que no quería ir allí, pero no esperaba que esa persona le diera órdenes.


[Si no vienes a recoger la comida, tiraré todo en la basura]


Para aquellos que realmente valoran la comida y que piensan en esto como algo muy valioso, obviamente no permitiría que la tiren sin hacer nada para evitarlo. ¿Por qué no dárselo a amigos, o incluso a niños?, Sin importar las circunstancias sigue siendo comida y no debe desperdiciarse. Can piensa que ir a recogerla es la solución más inteligente.

Por esa razón, cuando vio al maldito Ai Koonchai sentado en una silla en la esquina del edificio mientras miraba una revista de idiomas extranjeros tomando café, parecia que el chico disfrutaba de su vida pacífica, como si no tuviera preocupaciones de ninguna clase.

¿Acaso cree que está en Londres?  Can piensa esto mientras se lame los labios, y luego corre hacia esa persona... Como Gucci en su casa.


—Macarrón... ¿quieres?

—¡Lo quiero! ¿Dónde lo compraste? La caja se ve bien.


Aquí vamos de nuevo. Can tomó sin protestas la caja de refrigerios de las manos del contrario y sus ojos brillaron, pero no sabía el significado de las palabras en el idioma extranjero escritas allí... Ladurée.

—¿Cómo lo lees? ¿Ladurí? ¿Es caro?

Can siguió intentando leerlo y Tin ayudó a corregir la pronunciación.

—Ladure, no es caro.

Can tomó 8 bocados a la velocidad de un rayo, como si el aperitivo fuera comprado en un puesto al borde de la carretera, si supiera que el precio real es tan grande como las cuotas de su teléfono celular por mes, definitivamente se negaría a probar y se lo devolvería a Tin de inmediato.



"La familia Kirakorn no se puede comprar con dinero"



Can siempre habla de este eslogan, pero ¿Por qué siempre come todas las variedades de alimentos que Tin le compra? La razón es simple... Al no conocer la procedencia, siempre tiende a creer que la comida es más barata que cualquier objeto.

¡Todo está delicioso! Y lo que está claro es que no es una bolsa, ni un zapato, sino que  piensa en esta comida como el kimbap que P'Noh siempre le compra en el mercado nocturno; una porción de 10 baht.

Can siempre está tratando de convencerse de que juntar las palabras "comer" y "no tener que pagar" no representan dejar su orgullo. Pero el cerebro de Can, que está en los zapatos, se le olvidó, que siempre sus superiores cuando lo invitan a comer se quejan por el dinero y por solo 10 baht que para ellos es difícil gastar, sobretodo por el apetito de Can. Y es debido a su situación económica, que  es imposible para ellos tratar a este mono albino por cientos de miles de baht. A diferencia del tipo que tiene frente a él en este momento.

Our unexpected story 1,2,3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora