Capítulo 42 (LIBRO 2)

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Narra Tin 

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Hace solo diez minutos este chico sentado frente a mí, seguía insistiendo en que, sin importar qué, no comería conmigo de ningún modo.



—Oye, esto es muy delicioso, humm, ¡esto es el cielo!

Así es, hace diez minutos, se negaba  a  comer conmigo, pero ahora está comiendo calamares con salsa de soja, comiendo sin parar mientras sonríe

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Así es, hace diez minutos, se negaba  a  comer conmigo, pero ahora está comiendo calamares con salsa de soja, comiendo sin parar mientras sonríe. Incluso puedo ver granos de arroz estancados en sus dientes. Por lo general, me siento disgustado o asqueado al ver a la gente comer así de forma nada atractiva ni agradable, pero al mirarlo... Ahora que lo pienso, él se ve realmente... ¿cómo se dice?... ¿bastante lindo? 


—¡Esto también es delicioso!


Usó un tenedor para recoger un camarón grande para comer, y muy pronto desapareció, con... cómo decirlo... ¿una expresión de satisfacción?


—Tú también deberías comer, no solo mires, ¡De ninguna manera puedes llenarte solo mirando!



Hace diez minutos, desconfiaba de mí, pero ahora está jugando con los camarones grandes en el plato, y constantemente me insta a comer juntos estirando su mano con un tenedor frente a mi rostro.


—¿Estás seguro de estar tratando conmigo?— Me volvió a preguntar, mientras usaba el tenedor para meterse bocados de cerdo frito en la boca. 



Si fuera el  habitual yo... podría decir algo que no sea agradable ahora mismo.... 

Si no estuviera  seguro de estar aquí sentado con él... ¿Al menos podría pagar esta comida?... Pero ahora elijo quedarme en silencio para no decir algo que realmente pueda hacerlo enojar u ofenderle, luego levanto mi tenedor y mi cuchara para comer mi propia comida.

Cuando lo esperé por primera vez frente a su facultad, para ser honesto, en ese momento estaba realmente desesperado. ¿Cómo puede una persona como yo esperar  a alguien que ni siquiera  sabe dónde está su clase o en dónde debe dar su  próximo examen, ni  cuándo saldrá, ¿no sabe nada en absoluto? ¡Lo único que pude hacer fue esperar en silencio, así, sin saber si la otra parte estaba dispuesta a hablar conmigo! 

La última vez que hablé con él, tal vez...  mis acciones fueron malintencionadas, lo sé. Y probablemente esa sea la razón por la que aún me trata con cierto desprecio y aunque no lo diga constantemente, sé que aún desconfía de mí.

Our unexpected story 1,2,3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora