Capítulo 9

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Advertencia. Contenido sensible.

Todo en la vida ocurre por algo, nada es cuestión del azar.

El hombre nace para cumplir un ciclo, un ciclo interminable, sin fin, que se repite una y otra vez, en esta, y en otras vidas.

Naces, creces, te reproduces y mueres...

En el mejor de los casos, en cada vacío presente en ese ciclo, puedes ser alguien que ha probado la gloria y tuvo éxito, o simplemente ser alguien más del montón sin nada que ofrecer aparte de un ciclo sin fin.

Cuando te enamoras, sientes que vives una fantasía. Ver a esa persona y sentir cómo tu temperatura interna se eleva, tu miedo se dispara, comienzas a sudar frio y la realidad desaparece de tu alrededor dejándote en un vacío donde (des)afortunadamente existen solo ustedes, son unos de los pequeños ciclos eternos del amor, y ni hablar del primer amor...

Cuando te entregas por primera vez a ese amor ya correspondido, lo haces con mente, cuerpo, alma y corazón. Dejan de ser dos para así volverse uno mismo con la luna y la oscuridad de la noche, o el sol, como testigos de este pacto sellado.

Desafortunadamente, para muchos esto solo es un cuento de hadas.

Los gritos de Anthony eran callados por la gran mano del soldado que tenía encima. La oscuridad de la noche socavaba en lo más recóndito de la habitación, por lo cual las cámaras de seguridad, marca Stark, presente en las habitaciones no conseguían nada fuera de lo normal.

La lluvia azotaba con violencia los techos y ventanas del complejo que, a pesar de estar insonorizado, podía sentir los estragos que esta causaba.

Steve llegó a la puerta del cuarto de Tony sin pasar antes por enfermería. Le debía unas disculpas al amigo del castaño que estaba en pésimo estado gracias a sus golpes, pero antes prefería arreglar toda su situación con Tony, no sin antes arreglarse un poco para así sorprender al ya aceptado alfa que le movía el piso a Steve Rogers y a su alfa interno.

Tocó la puerta de su habitación esperando una afirmativa, pero nada llegó.

La elegante y seguramente costosa puerta de madera oscura se mostraba frente a él imperturbable, impidiendo el camino a la felicidad del capitán.

Steve comenzó a llamar a Tony, pero nada sucedía.

- ¿Tony? – gritó este juntando su oído a la puerta, sin saber lo que sucedía del otro lado.

Capitán Hydra escuchó el llamado del super soldado, lo cual, extrañamente, hizo rabiar su lado alfa.

Tomó a un molesto, sorprendido y asustado Stark de sus muñecas, arrastrando a este a su cama.

Su habitación era grande y elegante. A cada lado de la amplia habitación se observaban estanterías con sus más preciados juguetes, aunque por seguridad estos solo eran dummies o estatuillas de colección.

En el centro de la habitación, sobre una alfombra grande y circular de color negro, se encontraba una cama King Size con frazadas moradas pulcramente dobladas. Junto al cabezal de la cama había un gran armario, más por decoración, ya que el magnate contaba con una habitación continua a la suya donde tenía toda su ropa y algunos de sus primeros prototipos de sus trajes portables.

El gran y molesto alfa tiró al pequeño castaño sobre la cama, arrojándolo con agresividad y furia. Este, impactó de una manera no muy agradable ni cómoda en su cama. Stark intentó levantarse lo más rápido que pudo, pero una mano en su pecho lo hizo cesar todo intento de levantarse, dando pasó a un poco agradable forcejeo que terminó siendo un frote por parte del mayor.

Transespecie [Stony]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora