Capítulo 2

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Severus comenzó lentamente a despertar al día siguiente, el constante ruido de los automóviles y el ruido de las personas no le permitían dormir más, así que se acomodó en la banca, cubriéndose con la manta, sintió algo en su bolsillo y, mirando la pequeña bolsa con el dinero y con la comida, sonrió levemente.

Comienza en ese mismo lugar a comer la comida que le habían déjalo, lo cual consistía en un trozo de pan con queso y jamón, algo muggle, aun así lo agradeció y decidió guardar el dinero para más adelante por si le hacía falta.

Guardo la manta que le dieron en su baúl, haciendo magia en un callejón para que no le vieran los muggles, y una vez todo listo comenzó a caminar sin rumbo una vez más, pensando en todo lo que podía hacer desde ahora pues necesitaba comenzar a planear lo que realizara con su vida ya que realmente no había pensado en nada.

Pasó el resto del día pensando y al momento que le dio un poco de hambre usó el dinero que le había déjalo la señora para comprar un poco de pan y una botella de agua, no era una comida sana pero mejor eso que nada.

Se colocó en la misma banca que la noche anterior cuando vio a un pequeño niño hablando de un juego de química que le gustaría que le regalaran para su cumpleaños a lo que Severus de forma instintiva pensó en una cosa... pociones.

De esa forma comenzó a caminar y fue a una calle vacía donde espero un poco. Sabía que pasaría el autobús noctambulo y sonrió levemente al momento de verlo, por lo que subió en el y dijo a donde le gustaría ir, el caldero chorreante.

Una vez en ese lugar usó un poco del dinero que le habían dejado y pidió un cuarto, el más económico y por ende el mas pequeño, y una vez concretado el trato va a la habitación asignada, para al fin darse una ducha y prepararse para el siguiente día, el cual sería largo.

Al siguiente día baja rápidamente, dejando las cosas en el cuarto, y paga por otra noche en el mismo pues no sabía cuánto tardaría en encontrar un lugar el cual habitar.

Una vez terminado eso fue al Callejón Diagon en donde sonríe al sentir la magia y ya con su objetivo en mano comenzó a correr por el lugar.

Lo primero que hizo fue ir a una tienda de pociones en donde habló con el dueño, el cual era un mago ya entrado en edad, el cual le dijo que podía contratarle pero el dinero no era demasiado. Severus aun así tomó el trabajo, necesitaba reunir todo lo que podía.

Siguió caminando, pues entraría a trabajar desde el siguiente día, y mientras avanzaba encontró un letrero anunciando que necesitaban a un buen lanzador de hechizos, eso le llamó la atención y fue a la dirección.

Era una tienda de artículos deportivos. El lugar estaba en un buen sitio pero el dueño tenía miedo de que entraran a robar y quería que alguien cuidara la tienda durante la tarde noche. Severus en ese momento lo pensó bien y realizó la prueba frente al hombre, lanzando unos hechizos, quedando con el trabajo.

Esa fue la forma en que Severus Snape, con solo 17 años, comenzó su vida adulta con 2 trabajos, uno durante la mañana, de 07:00 am hasta el mediodía en la tienda de pociones, y otro en la tarde noche, en el horario de 12:30 pm hasta la media noche, teniendo un descanso de una hora entre las 16:00 y las 17:00 horas.

Gracias a todo esto logro juntar rápidamente el dinero para poder pagar de forma mensual un cuarto en el Callejón Diagon. Era un cuarto pequeño pero era lo único que podía costearse junto a las comidas diarias que necesitaban, aunque estas eran escasas.

De esa forma, Severus siguió con ese ritmo de vida, el cual era totalmente agotador.

Las primeras semanas fueron la prueba de fuego, Severus logró soportarla bien, por lo que estaba satisfecho, pero con el paso del tiempo su cuerpo le estaba exigiendo un descanso de toda la actividad que estaba realizando.

No Quiero Estar SoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora