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Siempre quiero huir de la escuela, es una de las cosas que más anhelo en el momento que entro a la institución. Sin embargo esta vez era demasiado diferente, ya que no soportaba pensar más acerca del club.

Es raro que preste atención a clases, pero ahora ninguna obtuvo mi atención durante todas mis horas de estudio. Lo bueno es que nadie de mi aula de clases sabía acerca de mi temor.

-Oye TaeMin, como eres el encargado de escenografía, me gustaría que consiguieras algún permiso escolar para poder pintar mi cabello al rojizo que tiene peter pan.

-¿Qué?, usa una peluca. O spray.

-El spray se ve falso y la peluca aún más. No quiero dar mala imagen, si vamos a hacer algo por los niños mínimo tiene que ser de calidad ¿no?.

-KiBum tiene razón.-JinKi habló mirando al sujeto que estaba totalmente estresado.

-Yo no...

-¡Lee TaeMin!.-un compañero que se sentaba frente a toda la clase, había caminado hacia nosotros con sus puños en mano y un ceño fruncido.-¿Quién te otorgó aquel puesto?.

-Escucha Joo, yo solo...

-Espero y lo hagas bien.

Su voz había sonado igual, no había ningún cambio, por lo que solté un suspiro y golpeé mi cabeza contra mi pupitre.

El timbre anunciando la salida había llegado, por lo cual muchas personas se iban a sus casas, otros a hacer la limpieza y una otra porción a sus respectivos clubes.

El aula ya estaba vacía y TaeMin seguía en su sitio, aún con su cabeza baja.

Un dedo se colocó en la raíz de su cabello para hablarle.

-¿Qué haces aquí?.

TaeMin reconoció la voz y levantó su cabeza para hacer un puchero mirando al sujeto.

-¿tu qué haces aquí? ¿No deberías estar en tu casa JongHyun?.

-Espero a alguien.

-¿Aquí?.

-Eh, escucha... ¿Te queda mucho tiempo?

-Ya me iré.-Dije cabizbajo, levantándome de mi lugar y colocar las correas de mi mochila en mi espalda y colocar las muletas en su sitio para caminar con ayuda de estas.

Cuando iba a la salida, encontré a KiBum en el pasillo. Aquel dio un brinco al verme, tal vez se había asustado.
No le tomé interés, sin embargo me percaté de que KiBum se había adentrado al aula de clase donde estaba JongHyun.
Por lo cual se me hizo raro.

-Iré a casa.-Dije para mí mismo caminando, pero me di cuenta de que me hacía falta mis llaves.

Así que de nuevo tuve que volver a él aula de clases. Sin importarme nada abrí la puerta de golpe.
Viendo como aquella dupla se separaba rápidamente de un beso en labios que se habían dado.

-Ah...-No sabía que decir al verlos, por lo que me quedé hipnotizado o más bien en un estado de Shock.-Olvidé, mis llaves.

Dije nervioso señalando mi asiento, en donde en efecto. Estas se encontraban ahí.

JongHyun fue quien caminó a mi pupitre y las tomó para acercarse a mí a entregarlas. Mientras que KiBum se había dado la vuelta para que nadie viera que era él.

-Su secreto estará a salvo. Pero tengan cuidado, que tal si no hubiera sido yo.

Al decir aquellas palabras KiBum me miró. Tenía su rostro rojo de vergüenza por lo que yo solo le sonreí sin ninguna manera de ofender lo.

Mirándote Desde Lejos (2MIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora