Rollo melancólica

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Subidos al avión me sumergí en la embelesadora música de mis cascos, especialmente Swing Lynn de Twin Cabins, mi cabeza descansó e ignoré todo mi alrededor, solo quería disfrutar de la música y fingir que todo había sido un sueño, que despertaría pronto, una pena que ese no fuese el caso

Por parte me sentía confortable después de sacar a la luz la perra, diva, intocable que vive en mí, supongo que lo último era desplegar mis alas y volar a mi mundo de orgullo infinito

Permanecí observando ese pequeño orificio redondo que se encuentra en las ventanas de los aviones, cuando tenía 6 años pensaba que se debía a que cómo hacía calor en el avión entraba fresquito y en más de un par de ocasiones he tirado trocitos de papel por ahí, he de admitir que con 17 años de edad lo sigo haciendo

No era lo único en lo que me había fijado, a través de esa ovalada ventana se encontraba un hermoso y brillante cielo, cubierto por un manto de puntos de luz, miles y miles de ellos, estrellas. Junto a ellas su madre, la luna, con quien había pasado tantas noches y quien yo creía que perseguía mi coche cuando era pequeña

Bajé un poco la vista y aprecié kilómetros y kilómetros de agua hacía al Norte, Sur, Este o Oeste, no tenía una brújula que me lo confirmase. No conseguí ver ningún animal, el mar estaba demasiado oscuro y casi se diferenciaban las olas del horizonte, tal vez era yo la que no apreciaba el arte de esa noche en el avión pero yo la hubiese nombrado "terrible penumbra, hermoso resplandor", lo sé, es horrible, no tengo madera de "nombradora" de noches

Seguro que Gabriel tampoco tenía mucha idea de narración, afirmaba para mis adentros mientras asentía, Gabriel fijó su mirada en mí y cuando estaba abriendo sus labios para tan solo decir nada interrumpí, siendo yo la que rompió el silencio

-¿Que nombre le pondrías a esta noche?- entrecerró los ojos y no sabía si estaba pensando en la respuesta o en que estoy completamente loca

-Sueño lúcido- ¿"Sueño lúcido"? ¿Que tiene que ver con la noche?

-Sabía que no tenías el talento de nombrar noches

-¿Por que lo preguntas?- acaricié con mi mano su mejilla y negué con la cabeza

-¿Como vas a ponerle un nombre tan feo a esta hermosa noche?

-Tal vez por que no la he visto, no tengo ventana si es que no te has dado cuenta- retiré mi mano y asentí dándole la razón

-Entonces, sueño lúcido, ¿por qué?- inclino ligeramente su cuerpo y chocó con mi hombro, se acercó a mi oreja y permaneció respirando de manera pesada en mi oído

-Esta noche parece un sueño, y no tan solo por el bello cielo a través de este gigante de metal sino, por tu abundante presencia que he disfrutado tanto en el pasado como disfruto en el presente. Lúcido por que si fuese un sueño lo sabría, y me alegro de que no lo sea ya que si tuviese el control de un momento así, correrías un inmenso y suculento peligro el cual preferirías evitar- no se si era su aliento en mi cuello o esas sorprendentes palabras pero sentía que acababa de tener un orgasmo, de los mejores

Tragué hondo y sentí mis piernas temblar, nunca me había sentido así, ¿Es estúpido calentarse por unas palabras que, no cuentan nada fuera de lo común? Por que en ese caso yo era miss imbécil del siglo

-Habías olvidado por completo que fui yo el que te escribió un manuscrito como carta- mierda, si que lo había olvidado, me costaba mucho admitir que son la misma persona, no se que tipo de pacto hizo, pero yo quiero

Se alejó por fin de mi cuello volviéndome a atrapar en una profunda y adictiva mirada, ¿Que tan pequeña me sentía? Pues existen los átomos, ellos son la casa de mi tía millonaria que tiene una isla para las vacaciones y un jet privado para ir a comprar pan (Lesie siendo Lesie)

Me gustas y puntoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora