-Lesie, nos tenemos que ir, Naira esta vomitando y hoy duermen en mi casa- decía Aiko con Naira sujetándola del hombro
-¿Y yo me quedo aquí? ¿Sola?
-Te invitaría pero a mi madre no le haría ni una gracia, además no hay más espacio en el coche, al contrario te dejaría en tu casa- esto era una mierda
-¿Como coño volveré a casa?- Giselle se acercó
-Lo siento mucho, no queremos dejarte tirada, nos has caído genial
Pero es justo lo que están haciendo, joder, tengo que encontrar a alguien que me lleve. Me despedí de ellas con un abrazo y regresé al jardín dónde se encontraba Dylan, bueno, yo pensaba
-¿Ahora dónde se ha metido?
Me costaba diferenciar a las personas, el alcohol me había hecho efecto y no es que estuviese borracha pero sin duda sobria no era la palabra
Me metí en la gran casa para buscar algo de agua, me choqué con varías personas antes de llegar a mi destino y por suerte encontré una botella
La abrí y sin pensarlo dos veces bebí, en cuando mis papilas gustativas chocaron con la supuesta "agua" ya era demasiado tarde, me quemó toda la garganta con un fuerte sabor amargo, ¿Que tipo de veneno era este?
Lo deje de vuelta en la mesa, más tarde mi cabeza daba vueltas y mi sentido racional estaba apagado o fuera de cobertura de tanto alcohol en mi cuerpo
Ya mandé a la mierda todo y comencé a bailar sola, hice mi intento de perreo y por como los chicos se acercaban parecía que iba por buen camino
De tanto perreo no me di cuenta de que Gabriel estaba bailando delante de mí, él no me había visto pero en ese momento mis intenciones no eran esconderme
La vergüenza ya no tenía significado para mí cuando me acerqué a perrearle a Gabriel, yo estaba disfrutando y él se había sorprendido pero esto parecía que le estaba gustando
-Estas borracha, ¿cierto?- no le hice ni caso y me apreté contra él -Lesie....-susurró contra mi oído y yo lo único que se me ocurrió hacer fue ponerme de espaldas a él y colocar sus manos a ambas partes de mi cadera. Comencé a bajar lentamente restregándome contra él y pude oír cómo soltaba un leve gémido. El alcohol hizo que me olvidara de mi vergüenza, comencé a mover mi culo en círculos lentamente restregándome contra su paquete y Gabriel enterró su cara en mi cuello
Me apreté un poco más contra él y el empezó a lamer mi cuello, se separó de inmediato y mi vergüenza regresó dándome dos fuertes patadas
-¿Que cojones te pasa?- lo empujé y el me mido indignado
-¿Prefieres que me aproveche de ti por estar borracha? Puedo llegar a mucho, Lesie- retrocedí avergonzada, tenía ganar de pegarle pero también de besarle
-Eres un idiota- fue lo único que podía decir conservando algo de mi dignidad
Di media vuelta y me fui enfadada, ni se a dónde pero quería marcharme de allí
Frené en seco, ya estaba fuera de la casa, frente a la calle, sola, sin coche, sin nada
-Lesie, por favor, estate quieta- venía directo Gabriel hacía mí, me giré y le encaré
-¿Puedes dejar de tratarme como una niña de una puta vez? No soy tuya
Gabriel permaneció quieto, mirándome con una maldita sonrisa en la cara, lo único que hizo ese descarado fue reírse
-¿Lo dices en serio? Solo trato de ayudarte para mejorar aunque sea un poco la supuesta mierda de vida que dices tener, eres una desagradecida y por lo tanto te puedo tratar como una niña- me dolió, me dolió mucho por que era verdad, soy una desagradecida pero el no tiene ningun derecho a decirlo como si hablase de un saco de patatas
Le quería pegar, por qué era un tremendo capullo al decirlo frente a toda esta gente, me sentía indefensa y necesitaba responderle de una manera
Tenía el brazo preparado para ello, iba a recibir la bofetada más merecida de su vida, sin previo aviso el vómito se abre paso en mi garganta. Me aparto, vomito y luego un negro profundo me inunda
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La luz se abre paso poco a poco e intento incorporarme pero un intenso dolor de cabeza me atormenta
Cuando mi mente es capaz de reconocer mi alrededor me doy cuenta de que estoy en mi habitación, bajo mis mantas bien dobladas y la ropa que solía estar por los suelos había desaparecido
¿Es realmente esta mi casa? Todo parecía encajar, pero sentía algo raro. Salgo de mi cuarto, la resaca no me deja caminar tranquila y cada pequeño ruido que provocaba me dolía como si mil elefantes me aplastasen la cabeza. El silencio era muy sospechoso, somos 5 personas en una casa, esto solía parecer un centro comercial con tanta gente pasando y gritando
Traté de bajar decentemente las escaleras agarrándome con fuerza a los bordillos, esto era una tortura. Llego agradecida al último escalón y me froto los ojos por que no me puedo creer lo que veo
Estaba Gabriel tumbado en mi sofá, sin camisa la cual al parecer soy yo la que la lleva puesta. Un momento, si estoy en mi casa, sola, totalmente cambiada y el único aquí conmigo es Gabriel quiere decir que... ¡NO! Me niego rotundamente, tiene que haber una explicación no sexual con mucho sentido y razones imprescindibles
Me acerqué al sofá y sacudí a Gabriel, cayó al suelo y yo, una persona muy madura me reí como toda una adulta con modales
-¿Que narices haces en mi casa?- al oír mis gritos se incorpora y me mira con resignación
-Buenos días a ti también- me hizo a un lado y caminó hacia la puerta de salida
-¡Responde!- se dio media vuelta y permanece quieto, me estaba mirando de forma fría y tenía unas ojeras muy pesadas
-¿No te acuerdas? Bien, te daré una pista, vomitaste frente a un montón de gente y el único que se digno a llevarte a casa, limpiarte y acostarte fui yo, pero perdóname por ser una gran molestia en tu casa, ya me voy
-Esa es una pista muy completa- bufó
-Ya lo he entendido, no te gusto, no volveré a ser una molestia para ti- abrió la puerta y ya iba a salir, corrí hacía el y cerré la puerta
Quedé acorralada, entre sus brazos de espaldas a la puerta totalmente inmóvil, su mirada seguía vacía y para mi sorpresa se separó muy enfadado
-¿Que coño te pasa? Me echas de tu casa, te da igual el mayor favor que he hecho por ti pero ahora te acorralas frente a mis narices esperando que te bese- me sonrojé por completo, estaba muy avergonzada porque me sentía como una completa imbécil, estaba claro que yo era la mala aquí y Gabriel siempre a sido una persona fantástica aguantado todos mis caprichos y berrinches
-Yo, no se que decir, es que Gabriel, eres la primera persona por la que siento cosas tan raras y me cuesta tanto admitirlo- me mira expectante
-¿Esa es tu razón para tratarme como basura o un tipo de mayordomo?
-Me acabo de declarar, cerebro de mosca
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Me gustas y punto
Teen FictionEste verano había sido un caos, y mañana empezaban las clases. -Angela, no estoy lista para volver a la rutina, si el año sigue así me voy a suicidar- no exagero. -Hay muchos peces en el mar. -Pero Dylan era el sireno seductor que te salva de una in...