A veces te busco entre las flores que tanto te gustaban, otras en el viento, en las estrellas, en tantos lados que no podría contarlos todos. La incredulidad me vence a menudo; la nostalgia en ocasiones me ahoga mas de lo debido y quiero salir corriendo a buscarte, pero... se que no vas a estar en ningún lugar, más que en mí. ¿será que casi todas las cosas perdieron sentido desde que te fuiste? ¿dónde vuelvo a encontrar esos abrazos tuyos que me daban la fortaleza para derrumbar cualquier pared? No estas, y, el saber que no voy a volver a verte, abrazarte, me llevan a hacer de extrañarte, agonizarlo cada vez, un poco más. Las palabras quedan insólitas acá, no hay muchas que puedan arrimarse a la comparación del amor que me brindaste; de mis recuerdos con vos. De toda la paz que me diste en cada abrazo, hasta el ultimo día, porque hasta el ultimo día me abrazaste. Podría jurar que daría cualquier cosa por poder abrazarte una vez más, porque no me alcanzaron todos esos años de abrazos, no estaba lista para que te fueras. Poder verte entrar e ir a abrazarte acompañadas de esa emoción de ver a mi persona favorita en el mundo; y a veces me ahoga, no estas, no puedo escucharte, ni sentirte, saber que solo estas en mi corazón y... ¿cómo me explico con cada día que pasa que no puedo verte más? Cuando todo mi ser se muere por verte una vez más. Por borrar y que sea una mentira que no voy a verte nunca más...
Algunos dolores no pueden ser comprendidos, y es este tipo de dolor inaceptable e insoportable, me quema el alma porque no puedo abrazarte. Y yo te sigo esperando; y, cada dia, que todo esto, solo sea un mal sueño que pareció eterno.
Te di todo mi amor, me diste todo tu amor, y hoy no me alcanza, porque no puedo verte sonreír, o escuchar esa caminata tan peculiar que tenías, o que en cada cumpleaños me regales una cadenita con un caballito de mar; quiero que me abraces, que me cuides como un bebe hasta cuando estaba enferma, que me hagas sentir nuevamente la persona mas fuerte del universo si te tenía conmigo. que 'me armaras cuando estaba rota, cuando no me sentía valiosa, para hacerme saber que podía contra todo sin importar que, y ahora... no estas conmigo y te busco, pero no te encuentro. Daría mi alma por escucharte una vez mas decirme que me amabas y hacerme notar que con vos mi universo podía sonreír, aunque se estuviese cayendo a pedazos todo al rededor. Te extraño, tanto, vivís cada día que pasa en mí, y te extraño tanto que a veces respirar se dificulta. Y aun que lo sabias, gracias por haberme amado, hasta cuando sentía no ser merecedora, estuviste ahí para mí, incontables años para hacerme saber que no estaba sola para cuidarme y salvarme la vida tantas veces con tu amor. Te amo para siempre mi margarita. Me enseñaste tanto, uno nunca sabe cuándo es la última vez que abrazamos a quienes amamos; y nunca estamos preparados para enfrentar la vida, de la misma manera después de las despedidas. El tiempo pasa y junto con ello el cumplimiento de su ciclo, las despedidas a lo largo de la vida son inevitables, y no somos inmortales. Amen mucho, los lapsos son inciertos, y hay a abrazos que no volvemos a dar de nuevo por última vez sin importar cuanto queramos.