capítulo 1. Encuentro.

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-Qué bueno que por fin este aquí hermano –exclama Jonh un chico afroamericano con cuerpo bien definido y ojos café oscuro al verme ingresar a la cafetería de la universidad.

Yo le sonrió mientras tomo asiento en una banca frente a él y exclamo –me llevo un tiempo pero por fin estoy aquí.

-y te agradezco que hallas logrado venir a esta universidad, no sabes cuánto te extrañaba hermano –su voz es suave pero noto la felicidad en el rostro del chico que ha sido mi mejor amigo desde que éramos niños.

-oh que tierno me extrañabas… y que ahora me pedirás que me case contigo –bromeo mientras cojo una papa frita que pertenece al desayuno de mi amigo.

-vete a la mierda Andrew… tu sabes que me gustan rubias y con curvas y tú no entras en esa categoría –exclama riendo mientras con sus manos dibuja la silueta de una chica con curvas pronunciadas.

Me echo a reír al ver la expresión de mi amigo y acto seguido le robo otra patata frita.

-hijo de puta consigue tu propia comida –exclama mientras finge estar indignado con lo que acabo de hacer, pero sé que solo está jugando.

-eres el peor amigo del mundo… no puedes compartir de tu comida conmigo –digo mientras lentamente cojo una de las hamburguesas que tiene en junto a sus patatas y le doy una mordida.

-si fuera tu no comería esa hamburguesa… porque se me cayó al suelo y creo que alguien la piso –exclama Jonh mientras  toma un sorbo de su refresco de cola.

Al escuadra eso dejo de masticar y hago una mueca de asco por lo que acabo de escuchar, estoy a punto de escupir lo que tengo en mi boca.

-tranquilo Andre estoy jugando –exclama Jonh al mismo tiempo que se echa a reír –debiste ver tu expresión era tan graciosa.

-eres un malnacido, por poco me haces vomitar –exagero, rodando los ojos al cielo.

~~•••~~
Han pasado unos minutos desde que ente a clase y me ha parecido de muy mal gusto ver a unos una pareja de novios besarse y manosearse mientras el profesor está ausente.

De pronto la veo entrar a un grupo de chicas, las más hermosas que haya visto,  los gritos eufóricos de los chicos no se hacen esperar, al ver sus diminutas faldas, sus pronunciados escotes y sus cuerpos perfectos.

-hagamos una orgia –grita un chico a mis espaldas mientras otros silban para atraer la atención de las chicas. Una de ellas voltea a ver al sujeto y le hace una seña obscena con el dedo medio.

Pero de pronto los gritos y silbidos sezan y en su lugar un silencio se extiende por toda la estancia.

Entonces la veo entrar al salón,  la chica más bella que jamás haya visto con, un rostro tan perfecto y con una piel tan blanca y fina que parece haber sido echo de porcelana, ojos verdes hermosos, cabello oscuro y lacio, labios gruesos rosados y un cuerpo que la hace lucir como una muñeca de carne y hueso.

Se detiene un segundo y sus ojos se clavan en los míos, en mis ojos café claro y no sé porque me parece conocida me parece haberla visto antes y no sé de dónde.

Después de unos segundos sus  ojos e separan de los míos y sigue su camino hasta su escritorio.

Mi corazón no ha dejado de latir furioso, mis manos tiemblan y no entiendo porque la mirada de esa chica me ha puesto de esa manera tan eufórica.

-¿Quién es ella? –pregunto a un chico que está a mi lado con una voz un poco inestable.

-hermano… ella es Anabel Watson la chica más popular de aquí…  pero te daré un consejo no te hagas falsas ilusiones porque ella jamás se fijara en ti –exclame el chico mientras pone su brazo sobre mi cuello y el olor a alcohol me llena las fosas nasales.

PRISIONERODonde viven las historias. Descúbrelo ahora