PRISIONERO

Capítulo 15. Pelea

Andrew.

Toda la mañana me la he pasado estudiando para los exámenes finales de este semestre, después de estos exámenes iniciaran las vacaciones por las vísperas navideñas, claro no es como si me importase mucho ya que desde hace mucho tiempo no celebro nada solo me quedo en mi casa cuidando y escuchando los reclamos de mi madre.

-oye Andrew quieres ir por unos nachos a la cafetería –la voz de Jonh me saca de mis pensamientos y me trae de vuelta a la realidad –ya llevas mucho tiempo estudiando ese libro déjalo por un rato y vamos a por comida.

-iré solo si tú me invitas los nachos hermano –hago énfasis en la última palabra, mis ojos se separan de la página del libro que intento memorizar solo para ver la cara de indignación del chico frente a mi.

-Crees que soy un banco idiota –masculla tratando de sonar rudo pero no lo logra ya que un ataque de risa lo delata por completo –bueno te invitare para que por un momento dejes ese puto libro y vivas como un adolecente normal.

Mi ceño se frunce un poco al escuchar las palabras de Jonh -¿Por qué piensas que no soy normal?.

-veamos te hare una lista –Jonh rueda los ojos al cielo –no te gusta salir de fiesta, prefieres quedarte estudiado los fines de semana en lugar de salir, nunca haces nada divertido, no invitas a chicas a salir, no has tenido sexo con ninguna chica desde que te acostaste con Amelia y eso fue hace cuatro años y lo peor es que te comportas como un anciano que no bebe, por dios amigo ahógate en alcohol, fuma hierva, folla con chicas, solo tenemos una vida y tú la estas dejando pasar…

-sabes que no puedo –lo interrumpo –si lo hiciera descuidaría mis estudios y perdería mi beca, además no quiero ser la clase de chico que folla a cualquier chica ebria que encuentra en los bares y fiestas –hago una pequeña pausa –no quiero ser un gigolo como cierta persona –mi voz se llena de sarcasmo al dirigir mis indirectas hacia mi amigo.

-hijo de puta, yo no soy un gigolo, además yo no busco a las chicas, ellas son las que no se resisten a esta belleza –se aceñala   así mismo, mientras en su rostro se dibuja una  expresión coqueta lo cual me parece muy gracioso.

-si lo se Jonh tu rostro fue esculpido por los mismísimos dioses –me burlo –vamos por esos nachos antes que me arrepienta y vuelva a hacer mis cosas de chico raro.

Justo cuando me siento en una de las mesas de la cafetería a esperar que mi amigo venga con los nachos que me prometió, de pronto el sonido del televisor llama mi atención así que dirijo mi mirada al aparato que descansa sobre una repisa y me fijo perfectamente en la reportera la cual está frente a un pequeño edificio el cual  se está quemando y los bomberos intentan apagar el siniestro.
Como por inercia me muevo a una mesa que está más cerca del aparato solo para escuchar más claro lo que está diciendo la mujer en la televisión, me quedo helado al notar que el edificio que se quema, es una pequeña cafetería a la cual Marín, John, james y yo hemos ido en varias ocasiones y está a solo unas calles del edifico en el que vivimos. No me pasa por alto el hecho que según la reportera el incendio fue provocado por manifestantes los cuales pertenecen al partido político del candidato Flecher, el cual según Anabel es el contrincante de su padre en las futuras elecciones.

-pero que mierdas está pasando –susurro solo para mí al recordar que la semana pasada escuche de disturbios en Pasadena california y también fue por lo mismo las elecciones y como si fuera una estúpida broma los atacantes fueron partidarios del candidato Flecher y quemaron una estación de combustible que era partidaria del candidato Watson, el padre de Anabel.

-no me sorprendería que esa cafetería también fuera parte del partido del padre de Anabel –vuelvo a susurrar mientras mis ojos no se despegan del televisor ya que la reportera dice que el fuego aún no ha sido controlado y la policía está dando caza a los responsables del siniestro –no puedo creer que las elecciones lleven a esto.