PRISIONERO

capítulo 2. Manía

-“1, 5, o acaso 7 minutos,  perdido la cuenta del tiempo que  la chica de los ojos verdes me ha estado observándome desde que ingrese a la biblioteca” –pienso mientras finjo estar sumergido en la lectura de mi libro, pero en realidad estoy estudiando cada uno de sus movimientos.

-“durante los últimos 4 días me ha seguido, me ha observado y eso me causa una gran ansiedad por saber ¿Quién rayos es esa chica? O ¿Por qué me mira con tanta insistencia?” –mis pensamientos vuelan mientras trato de quitar la mirada de esa chica pero no lo logro.

Me distraigo un momento, un instante y ella desaparece, mis ojos inician su búsqueda, para saber dónde se ha metido, donde está, no lo comprendo porque me hace sentir así con esta paranoia, con esta manía estúpida que me está destrozando los nervios.

-Andrew –una voz suena detrás de mí y me hace dar un brinco en mi lugar y sentir que toda la sangre de mi cuerpo se agolpa en mis pies.

-me asustaste –exclamo con un poco de irritación, y me giro para encarar a Marín mientras ella se echa a reír de una manera muy divertida.

-perdona por asustarte Andre… yo solo venía a buscarte, para saber si querías ir por unas hamburguesas –dice Marín mientras sonríe y me golpea el hombro.

-claro vamos tengo hambre –digo mientras guardo el libro en mi mochila para seguir con mi lectura después.

Mari asiente mientras toma mi mano y tira de mí para sacarme casi corriendo del lugar, pero justo cuando estamos por salir de la biblioteca me encuentro con la chica de los ojos verdes.

La paranoia vuelve a mi cuando me percato que en un segundo, en un miserable segundo me observa de pies a cabeza y sonríe.

El tiempo parece detenido es como si ella quisiera decirme algo, pero justo cuando va a abrir la boca, el tiempo continua su curso normal y salgo de la estancia siendo llevado por Marín quien parece na haberse percatado de nada.

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-amo estas hamburguesas, son exquisitas –Marín  parlotea mientras come un trozo de su hamburguesa y a mí me parece muy gracioso la manera en la que una chica tan delgada como ella ha podido comerse tres hamburguesas seguidas.

-¿y dime Andrew como va tu conquista de la sexy Cristal? –exclama Marín mientras me mira y sonríe pícaramente.

-Cristal… pues hemos conversado un par de veces, me invito a una fiesta que dará el próximo fin de semana –explico mientras llevo mis manos a mi cabeza y me recuesto un poco en el respaldo de la silla en la que me encuentro.

-eso tigre –risas –Debes conquistarla en esa fiesta Andrew o yo te la quitare –bromea Marín, mientras alza una ceja al cielo.

-adelante Mari yo te presento a Cristal ya que te veo muy interesado en ella –digo mientras sonrió juguetonamente.

Marín ríe, al mismo tiempo que coge su bolso y me deja aquí esperándola mientras va al baño.

Me encuentro esperando a Marín que regrese del baño mientras jugueteo con la tapa de mi refresco, sin dejar de pensar en mi estúpida manía con la chica de los ojos verdes. Aunque aún baila en mi cabeza la idea que la conozco de algún lugar que se quién es aunque en este momento no logro recordar.

-hola Andrew como estas –masculla una voz femenina y esto me trae de vuelta a la realidad.

Alzo la mirada para encarar a la chica frente a mí y entonces la veo rasgos asiáticos, cabello negro con puntas rojas que llega a sus hombros y se de inmediato de quien se trata.

-hola Cristal –mascullo mientras tarto de embozar una sonrisa en mi rostro pero no lo logro. Alumnos no del todo.

-solo venía a saludarte y a preguntar si iras a mi fiesta el sábado… nos divertiremos eso te lo aseguro –noto la sonrisa que matiza su rostro y algo de sensualidad en su voz.