Capítulo 5

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–Estoy empapada– me reía a carcajadas, mientras Nicholas remaba lo más rápido posible para llegar al muelle.

No paraba de llover y faltaba mucho para poder estar en tierra. La sensación de estar bajo la lluvia con tu novio en un lago era sensacional. Fue romántico.

–Se arruinó mi plan– dijo en un puchero.

–Es hermoso presenciar la lluvia aquí– Mire hacía él cielo, me encantaba sentir como las gotas caían sobre mi rostro.

Al llegar al muelle, Nicholas me ayudo a salir del bote. Él dejó todo en su lugar, mientras salí corriendo para llegar lo más rápido posible al auto, pero una mano me jaló; giré y me tomó de ambas manos. Él tenía su respiración acelerada, se encontraba totalmente empapado; le caían gotas por su cabello y me miraba fijamente a los ojos.

Todo pasó en cámara lenta.
Sentí sus largos dedos en mi cara, esperó unos segundos y luego me besó.

Tuve que apoyarme en sus brazos, correspondí de inmediato. Él mordió mi labio, entonces supe que necesitaba más y le abrí paso a su lengua. Era un beso desesperado, como si se nos fuera la vida en ello. Sentía que me faltaba la respiración, pero eso no importó durante unos segundos. Terminé finalizando el beso para que mis pulmones volvieran a llenarse de aire. Él destellaba en sus ojos un enorme deseo, lujuria y pasión desenfrenada.

Nicholas abrió mi puerta, como todo un caballero, entré y al momento él ya se encontraba encendiendo el auto.

–Vamos a comer, te llevaré a donde tú elijas– dijo mostrando su dentadura perfecta. Oh. Me derretía por dentro.

–No me apetece nada por el momento.

–Hayley, tienes que comer– me reprendió como a una niña pequeña. Sé que se preocupaba por mí, pero no era para tanto. –Sino eliges tú, elegiré yo.

–No lo sé– rasqué mi nuca con una mueca. –Se me antoja... Pasta.

–Pasta será– dijo sin apartar la vista de la carretera.

Estábamos afuera de un Restaurante Italiano, se veía muy elegante y caro. Observe mi figura en los espejos externos del carro. Era un desastre, mi cabello rebelde y todo mi uniforme arrugado. A diferencia de Mr. Perfecto, que estaba intacto, como si nada le hubiera pasado. Al parecer la lluvia no le afecto tanto como a mí. Se veía tan... caliente. Su cabello estaba alborotado, y tenía un toque de malicia en su mirada.

–Ya sé que soy muy sexy e irresistible, pero deja de mirarme y entremos antes de que mi apetito ya no sea de comida– esbozó una sonrisa de medio lado. Me ericé, estaba pillada y mal pensé de inmediato lo que dijo. Sentí como mis mejillas se calentaban.

–No pienso entrar así, parezco como si hubiera tenido sexo desenfrenado contigo y tú te ves triunfante– Oh Dios, no puedo creer que haya dicho eso.

– ¡Eso! ¡Sigue hablando sucio! ¡Eso es lo que a ellos les encanta escuchar! – mi subconsciente daba palmaditas y asentía sin parar. Nicholas estaba boquiabierto, su mirada se había oscurecido y sabía que nada más de imaginárselo, le encantaba la idea.

–Claro que entras, tienes que comer. Además, quiero que todos crean que tuvimos sexo salvaje.

– ¡Nicholas Murphy! – le golpeé su hombro. Él levantó sus manos en modo de derrota y comenzamos a reír.

Terminamos entrando al famoso restaurante italiano, el cual fue muy caro.

–Pero que... ¡No! yo voy a pagar y puntoNicholas insistía en pagar, pero no lo iba a permitir. Siempre pagaba, era mi turno.

Dije que noestaba serio. Sabía que era inútil insistir.

¿Por qué haces esto? dije frunciendo el ceño.

Hayley, ya lo hemos hablado. Eres mi chica y me gusta complacerte.

Mmm...Pues no me complaces gastando dinero de esa maneralo miré enojada.

Este bien, está bien. La próxima vez darás la propiname guiñó, reí a carcajadas.

*****

Nicholas me trajo a casa, por suerte mis padres no estaban y no hubo ningún problema por haber llegado tarde. Había terminado mis tareas y mi amiga Kourtney había llegado de visita, con la excusa de saber que paso en la tarde.

Entonces... se besaron bajo la lluviadijo y asentí ¡Que Romántico! Enserio que Nicholas es todo un galán, quien lo diríacoloqué mis ojos en blanco.

Mis padres siguen enojados, no es como esas veces que al día siguiente se les pasa y todo se calmafruncí mis labios y negué con la cabeza.

Tranquila, siempre pasa. Solo finge que no pasó nada y se discreta. No puedo cubrirte por siempre, aun así sabes que para eso somos las amigasesbozo una sonrisa y me dio un cálido abrazo.

Dejemos lo cursi y veamos una películadije para cambiar de tema.

No lo creo, tengo algo para time sonrió.

¿Qué? ¿Para mí? fruncí el ceño algo sorprendida ¿Que has comido? - le dije riéndome.

Toma. Es mío, será como un préstamome extendió una cajita, del tamaño de un cuaderno. Pero antes de que lo veas, promete que lo cuidarás, es muy valioso ¿ok?

Lo prometoal abrir la caja, quedé boquiabierta.

No podía creer que ante mis ojos tuviera nada más y nada menos que 50 sombras de Grey.

Amiga, créeme lo necesitassusurro Kourtney.

No creo que lo lea, sabes que la mayoría de veces dejo la lectura a medías.

¡Claro que no! Te lo vas a leer, te cambiará la vida. Se mete bajo la piel, te acordaras de mí.

Okay, te creo.

*****

Kourtney se fue una hora después, mis padres y mis hermanos habían llegado. Estaba en mi cama con mis audífonos, pensando, mirando al techo.

Tenía sueño, pero no lograba dormirme. –Tienes sueño todo el día y cuando te duermes comienzas a pensar. WTFmi subconsciente comenzaba a molestarme.

Al escuchar que mi mesita vibraba, se me ilumino la cara. Nicholas.

Mi sonrisa se borró y paso a ser una mueca. ¿Quién podría llamarme a esa hora?

¿Hola? pregunte dudosa.

Pagarás muy caro zorracolgaron. Quede como una piedra.



Mi Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora