Prologo

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Flashback (3 años atrás)

Mis padres habían decidido cambiarme de colegio, debido a que supuestamente el anterior "ya no era apto para una señorita como yo".

Hace algunos días, mis amigos estaban jugando a "la botellita", ellos me invitaron a jugar y la verdad no me negué. En el tercer turno, la botella me apunto a mí y a un compañero de grado; según las reglas del juego, las personas que estén apuntadas por la botella se tienen que dar un beso y de lengua. A diferencia de todos los que jugaban, yo nunca había dado un beso, aunque nadie lo sabía. Cómo se imaginaran, mi compañero me beso; pero todo era sin compromiso, fue una experiencia horrible y asquerosa. Indignada después de lo ocurrido, le conté a mi hermano del corazón Matthew, que había dado mi primer beso y que mi compañero parecía como si hubiera estado chupando un helado en el acto. Al otro día Matt les dijo a mis padres mi confesión, lo menos que hicieron ellos fue mudarnos de casa, literal, mis padres formaron la tercera guerra mundial en el colegio y me sacaron de ahí; ya que les pareció que era inaceptable que ocurrieran ese tipo de cosas en un colegio de monjas. Como castigo perdí contacto con mis antiguos amigos, porque "son una mala influencia para mí" y nos mudamos a un vecindario muy grande, que quedaba ubicado cerca de mi nuevo colegio. De todos los castigos existentes, ¡no busquen un castigo de la familia Donovan!

-Nunca entendí por qué tanto escándalo, fue un simple beso... por poco y me voy a Bulgaria- pensé.

Mi nuevo colegio era menos estricto, pero por lo que había oído era más caro que el anterior. A diferencia de mi antiguo colegio, este tenía actividades extra-escolares y era obligatorio unirse a un club. Era marzo, entre a mitad del semestre y por lo tanto me tuve que adelantar. Mis nuevos compañeros fueron muy amables conmigo, les parecía épica la historia por la que llegue ahí, me uní al grupo de porristas; para evitar a mis padres en las tardes, aún seguía enojada con ellos. En porrismo hice simpatía con una chica de mi grado, Kourtney Bell era de cabello amarillo, tez blanca, ojos claros y era muy popular, me ayudo con mi timidez y a socializar con chicos.

Después de todo, mi hermano mayor no se salvó de un castigo; como venganza les dije a mis padres unos cuantos secretos de Matt. Así que, su castigo era venirme a recogerme todos los días al salir del colegio. Siempre en las salidas, había un grupo de chicos muy populares, que me doblaban la edad y se quedaban asechando a su próxima presa, Kourtney me advirtió de ellos; pero al salir del colegio, no faltaba el idiota que me silbara o me dijera algo.

Nunca les preste atención, aunque había uno de ellos que era muy insistente. No solo me decía un piropo en las salidas, también me perseguía en los pasillos y en los cambios de clase. Buscaba cualquier momento para molestarme, lo ignoraba; pero a veces me causaba gracia, ya que hacia un gran esfuerzo. Su nombre era Nicholas Arthur Murphy Klein, pero más conocido como Nicholas Murphy, uno de los más deseados de la preparatoria; era popular y toda la cosa, pero no era un rompecorazones, era educado, tenía modales, un poco egocéntrico y algo de tierno.

Cuando le daba la oportunidad de hablarme, descubrí en él un Nicholas inteligente y con muchas metas, no era lo que parecía a simple vista. Las chicas lo deseaban solo por una razón... su cuerpo, la verdad era muy ardiente y como yo lo digo en mi vocabulario: Hot. Sabía disimular que me atraía un poco, me simpatizaba y no era malo, pero no caería en un juego; era mi amigo y punto. Él todavía no se ganaba mi confianza, por mucho que a veces lo intentaba, no lo dejaba acercarse más de lo debido; aunque a menudo pensaba en ello. Solo habían unas cosas que no procesaba mi mente: ¿Qué es lo que él ve en mí? ¿Le gusto en verdad o solo soy una conquista? No era idiota, sabía que había un 99.9% de que él estuviera jugando conmigo, pero ¿y si estaba equivocada?

3 meses después

-Entonces ¿Qué harás hoy? - pregunto Kourtney, últimamente se había ganado mi confianza y ya la consideraba una buena amiga.

Mi Segunda OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora