Mi Segunda Oportunidad

Capítulo 6

Era jueves. Kourtney se quejaba por todo, estábamos recostadas en el prado de la escuela a la hora de descanso.

– ¡Agh! Malditos cólicos.

–Creo que tengo una pastilla para los dolores en mi bolso– dije mientras seguía leyendo 50 sombras de grey.

–Buena hora para avisar.

– ¡Dios! No puedo creerlo. ¡Le compro un Audi! Wow– grite. Al momento todos voltearon a mirarme, que momento más incómodo... Sonreí con cara inocente.

–Amiga no eres la única que está encantada con Christian Grey– susurró y me señalo a una profesora que leía 50 sombras más oscuras.

–Oh por Dios. ¿Está llorando? – abrí mis ojos como platos. Era verdad, la profesora lloraba mientras leía y tenía un pañuelo en su mano.

–El efecto Cincuenta– dijo mi mejor amiga. Reímos a carcajadas–Vamos al baño ¿sí? – suplico Kourt.

–Ten en cuenta que estoy haciendo un gran esfuerzo por acompañarte– hice un mohín y suspendí mi lectura.

Caminábamos hacia el baño agarradas de la mano, hasta que mi celular vibró; revise y era un mensaje del mismo número desconocido que ayer me llamó.

*No te sorprendas cuando te lleves una sorpresa*

No le di importancia, seguí mi camino con Kourtney hasta el baño que se encontraba al otro lado del colegio.

– ¿Quién era? – preguntó.

–Amiga hay algo que está pasando– me preparaba mentalmente para explicarle que ya me estaba asustando.

–Desde ayer he estado recibiendo... ¡Ouch! – fui interrumpida.

Me desplome en el suelo, un idiota afanado se había tropezado conmigo. Sentía que mi tobillo palpitaba.

–Lo siento mucho, no te vi– se excusó. Me ayudó a levantarme, tuve que sostenerme de sus hombros para mantener equilibrio; mi cabeza se recostó por unos segundos en su pecho y el me tomó de la cintura con ambas manos. Era fuerte, olía muy bien; cuando me encontré con su mirada casi me desmaye.

Sus ojos azules me llevaron a otro mundo, era muy alto, su cabello era castaño, y no sé por qué me fije en sus labios. Era hermoso.

–Lo...lo siento, soy torpe– tartamudeé. Estaba nerviosa y no podía dejar de mirar esos ojos tan impactantes.

–Fue mi culpa– dijo y me miro la boca. ¡ME MIRO LA BOCA! – ¿Te lastime? – frunció el ceño. ¡Dios se veía hermoso!

–Tranquilo– sonreí sin mostrar la dentadura. Me fije en Kourtney que nos estaba mirando con los ojos abiertos, entonces reaccioné. Me solté de su agarre y le hice unas señas a ella con los ojos, tratando de que hiciera algo.

–Mmm– ella miró su reloj –Creo que se nos hace tarde, vamos– dijo tirando de mí.

Yo seguía en estado de shock, no sé por qué sentí unas inmensas ganas de mirar atrás y lo hice. Él misterioso chico seguía caminando, pienso que la curiosidad también lo mato y nuestras miradas se volvieron a encontrar. Luego sonrió, mis mejillas terminaron cogiendo un color familiar, así finalizando con el contacto visual.

Kourtney me llevó a las graderías, ella tomaba agua, mientras mi mente no dejaba de pensar en lo que había sucedido hace unos minutos. Fue ahí cuando ella elevó la botella sobre mi cabeza y dejó que toda el agua cayera sobre mí, quedando empapada.