Scp 980

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«Scp 980 es el tipo de novio que. . .

Se siente mal al hacerte más normal»

Una joven adulta caminaba por los pasillos de la fundación SCP, su lugar de trabajo desde hace años. Miraba de forma rutinaria todo a su alrededor aunque también de una más analítica, después de todo ¿Qué se espera de una de las mejores científicas de la fundación?

La vida solo es trabajo, esa era una de las frases más características de esa mujer, frase que también daba una idea de lo dependiente al trabajo que es esa científica.

La vida solo es trabajo, una joven de su edad no debería de decir esas cosas, los años no vuelven, la apariencia se deteriora rápidamente, nada se regresa y eso último lo sabía desde que conoció al denominado scp 980, pues mira bien los ojos de esa joven adulta, ojos nostálgicos y cansados, pero normales, ojos cafés que no mostraban nada de la actitud sobresaliente de ella; esos ojos cafés que tiene son la sombra de los hermosos ojos verdes que tenía hace tiempo y que no regresarán.

Pero los ojos no fue lo único que perdió, su cabello que deslumbraba en pelirrojo claro que con cada visita a scp 980 se vuelve más normal, más oscuro queriendo llegar al café oscuro o negro cenizo, su apariencia sobresaliente volviéndose cada día más normal y común.

La joven siguió con su rutina por ese día agradecida de que no hubiera alguna falla en la contención de algún scp ese día, ella guardaba sus cosas y regresaba su bata al perchero en su oficina normal de trabajo.

—Fue un día muy simple—. Se dijo a si misma antes de tomar su bolso ya lista para irse pasando por última vez en ese día los pasillos ahora más desolados.

El sonido de sus tacones retumbaban en los pasillos ahora más que antes, eso la incómodo un poco, el sentimiento de soledad absoluta le revolvía el estómago, si bien no le gustaba desperdiciar tiempo con platicas no le era agradable estar en soledad absoluta. Su rostro frunció el ceño ante el ruido de su propios pasos tapando sus oídos con sus propias manos intentando no escuchar su soledad y simpleza.

El sonido retumbante de tacones llegó a oídos de varios de los scp que descansaban en sus cuartos de contención sabiendo ya quién era la que pasaba, algo que la mayoría ignoró pues para ellos no era más que otra científica de la fundación que los retenía, pero para uno no solo era eso.

El sonido de tacones retumbó nuevamente causando que un scp en específico se acercará un poco a la puerta para admirar más aquel sonido que para otros era poco interesante y hasta rutinario, quería que la chica se acercará más y viniera a verlo, pero al mismo tiempo quería que pasara de largo y se fuera de ese lugar.

—Perdón— Se repetía en su mente donde guardaba y guardará eternamente la primera imagen que tiene de esa científica, sus ojos llamativos en verde y el cabello deslumbrante en pelirrojo claro, los tacones altos, la ropa elegante y simple al mismo tiempo que adorna con su bata de siempre.

Es triste ser el causante de la desaparición de esa apariencia tan deslumbrante y poco común, es triste tener que recordar con nostalgia la apariencia de una mujer que tú mismo cambiaste.

Pero no importa, dos toques en la puerta y una simple frase que siempre decía acompañada de una que el solo conocía —La vida solo es trabajo y tú eres mi único descanso cariño— el sonido de tacones se volvían ahora cada vez más lejanos, pues aquella mujer una vez más se iba para regresar al siguiente día.

Es triste tener que recordar con amor a una mujer sobresaliente que no quería serlo más.

Es triste que la persona que ames se llene de dolor por hacerte la mujer que querías ser.

El amor es tan simple que nadie lo entiende.

Scp's are the types of boyfriendsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora