🌸 20🌻

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Pasando a las otras notificaciones, otro mensaje de texto de Sonia confirmando la hora y el lugar de la salida, antes de mirar los correos electrónicos desde una aplicación. Mientras Nagito borró algunos correos basura, otro mensaje llegó, una vez más de Souda.

Kazuichi: ¡Ay, hombre! ¡Es una pena oírlo! Dejaremos para otro día la cena.

Kazuichi: Sonia pregunta si necesitas algo.

Nagito se sonrojó por el gesto y respondió rápidamente.

Nagito: Estoy bien, gracias por la preocupación. Saldremos cuando me sienta mejor. Diviértete esta noche.

Terminando de revisar su teléfono, Nagito se acostó en la cama. Apoyando su teléfono entre las almohadas, miró algunos videos ociosos, permitiendo que el sonido distante lo hiciera dormir. No debía haber estado dormido por más de una hora cuando se despertó al abrir la puerta. Girando hacia el sonido, vio a Hinata.

—¿Estás despierto? —Hinata preguntó gentilmente y con una discreta preocupación—. ¿Tienes hambre?

A la pregunta, el estómago de Nagito gorgoteó.

—Sí. —Se sentó y bostezó antes de toser un poco. Afortunadamente, sólo una tos seca.

—Volveré en un momento. —Hinata dijo antes de irse.

Pasó un largo rato, Hinata reapareció unos minutos después con una bandeja. Dejándola con cuidado, Nagito notó que había hecho congee.

—Es muy sencillo, lo siento. No sé qué es lo que te gusta de él —Hinata se disculpó—. También espero que tenga la consistencia adecuada y esté lo suficientemente salado.

—Está bien —Nagito tomó una cuchara y soplando suavemente sobre ella tomó un trago—. Me gusta el congee en cualquier forma, de verdad —El calor lo llenó—. Esto es genial. Gracias.

—Me alegra —Hinata se sentó al lado de la cama de Nagito—. ¿Cómo te estás sintiendo?

Nagito tosió, pero sonrió después.

—Me siento un poco mejor. Dame dos días y estaré bien.

—Estoy feliz... —La voz de Hinata era afectuosa—. Pero no sobre esfuerces, tomate todo el tiempo para recuperarte. Tu salud es importante... Demasiado importante para mí. No he estado cerca de humanos enfermos en mucho tiempo, pero tú... me asustaste.

Un tipo diferente de calor revoloteaba en el pecho de Nagito. Miró a Hinata, que estaba jugando con la manta encima de la cama, aún nervioso.

—Lo siento.

—No es tu culpa. Yo sólo... —Hinata respiró hondo, tratando de menguar el peso del temor y ansiedad que lo invadió—, sigo viendo a la enfermedad... como lo era en mis tiempos.

Mortal. Nagito abrió los ojos con asombro, la palabra tácita en la respuesta de Hinata resonaba en el silencio de la habitación y en su mente, no fue capaz de decir algo durante unos segundos.

—Entiendo...

—Lo siento, eso fue bastante sombrío —Hinata mostró una pequeña sonrisa, tratando de relajar el ambiente—. Me alegro de que estés bien. Termina tu congee y vuelve a dormir.

—Sí, sí... —Nagito murmuró—. Te lo agradezco.

—Por supuesto, somos... amigos después de todo, ¿verdad?

La voz de Hinata era casual, pero las palabras golpearon a Nagito, desparramándose fuertemente en su pecho. Amigos. Miró a Hinata, que seguía sentado en la cama, con una expresión neutra. Tragando y tosiendo ligeramente, Nagito abrió la boca.

—Sí, lo somos.

Sus palabras sonaron en la habitación y con la confirmación fuera del camino, Nagito terminó su congee rápidamente. De inmediato, Hinata tomó la bandeja y empujó su cabeza hacia el agua. Tomando el vaso, sorbió el agua y se acostó en su cama. El Dios se fue y cerró los ojos, el calor del caldo y las palabras de Hinata le ayudaron a recuperar la conciencia una vez más.

El tiempo se deslizó y Nagito estaba medio desorientado cuando un sonido distante llenó el aire, casi como una campana. Suspirando, se dio la vuelta y se enterró bajo sus mantas. El silencio llenó la habitación antes de que el sonido de la campana llenara el espacio una vez más. Suspirando de nuevo, intentó volver a dormirse pero el sonido volvió por tercera vez, esta vez un repique bajo su oído.

Acurrucándose en la cama una vez más, Nagito casi lo ignoró, excepto por una voz persistente que le decía "esto podría ser importante" y que sonaba demasiado fuerte para que se durmiera. Dándose la vuelta, metió su mano bajo la almohada, encontrando su teléfono. Abriendo los ojos lentamente, le quitó el sueño a medias mientras miraba la pantalla de su móvil. Había tres mensajes de hace una hora.

Kazuichi: Oye, vamos a venir y traer algo de comida. ¡Por favor, responde!

Kazuichi: Nos dirigimos hacia allí.

Kazuichi: Estamos aquí. 

[...]

El Congee es un platillo especial Japonés para cuando estás enfermo.

Esa fue la respuesta, algunos acertaron, yei «3 y bueno, lo que dice Hinata demuestra muchas cosas ewe

Me gusta dejarlo en las mejores partes, nos vemos luego~

1000 Kisses 「KomaHina」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora