Introduccion: Prisionero

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La idea de despertar en una cama ahora parecía muy distante. Llevaba mínimo unos tres días sin saber en qué lugar me encontraba y, con mayor razón, la idea de saber la hora me parecía una locura. Al principio intente ponerme de pie pero estaba totalmente apresado con grandes cadenas en un lugar muy frio. El frio persistía porque solo tenía mi ropa interior y además porque al parecer era un congelador. Por lo único que no había muerto antes era por mi habilidad, que en ese momento parecía una maldición. No había examen médico que no hubieran probado conmigo y tampoco había parte de mi cuerpo que no conocieran. Desde introducir una manguera por mi garganta hasta provocarme cortes para ver cómo se recuperaban. Era una maldita rata de laboratorio que estaba intentando morir, pero sin obtener resultados satisfactorios. Entre todas esas largas tardes, noches y días que pasaba en el congelador, de vez en cuando entraba un buen samaritano y me ofrecía un poco de agua. Creo que con los primeros dos quedo claro que no quería compañía, ya que estos salieron solo gracias al nitrógeno líquido que me arrojaban. El dolor era la cosa más común del mundo en ese lugar y lo único que lograba hacer el nitrógeno era que me mantuviera fuera de su alcance por la pérdida de energía. El último día que pase en esa prisión fue algo interesante. Me arrastraron a través de un corredor por medio de las cadenas y después me dejaron en una sala. Estaba completamente a oscuras y no se lograba ver nada. Mi vista ya ni siquiera se distorsionaba sino que se mantenía en un negro intenso. Las cadenas seguían rodeando mi cuerpo y lo único que podía mover era mi cuello. En pocos segundos entro una persona a la habitación y empezó a hablar.

·         Así que usted es el espécimen. Nos trataremos de la siguiente manera. Cuando yo le pregunte algo usted responderá a mi pregunta, si prefiere puede asentir o negar con la cabeza. ¿Entendido?

Estaba más que aturdido por todos los días que había estado encerrado y no quería que ellos me escucharan, pero luego se haría inevitable. Me sentía como un saco de boxeo en ese momento pero logre asentir con algo de esfuerzo.

·         Bien. Primero que todo. ¿Su nombre es Marcus Lorenz?

Estaba más que claro. Marie no dejaría ningún detalle afuera. Ellos sabían todo de mí. Habían entrado en mi mente. Me resigne completamente y solo moví la cabeza, afirmando la pregunta.

·         ¿Usted es hijo de Arthur y Amelia Lorenz?

·         Si.

·         ¿Tiene una hermana llamada Diana?

·          Si.

·         ¿Sabe por qué esta aquí?

Esa era la pregunta que me había formulado desde el primer día que llegue.

·         No.

·         Usted esta acá porque presenta un código genético mutado. Usted dejo de ser una persona corriente hace mucho y ahora puede ser útil en uno de los proyectos que tenemos planeados. ¿Entendido?

Cada momento me sentía peor, sin embargo logre asentir. Algo que me cuestione después fue como era posible que me vieran asentir, ya que no sentía ni un mínimo de luz tocar mi piel, pero seguramente debían estar dentro de mi analizando todo o tal vez cambiándolo, como mi vista. Al final el sujeto se levantó y tomo algo de un escritorio, por lo que podía oír. Antes de irse empezó a relatar un gran diagnóstico.

·         Según el documento enviado por Celso Miller podemos decir que…

Empezó a revisar las hojas y aun no entendía como podía ver la carpeta sin ningún problema. Al final comenzó a decir lo siguiente:

·         Sujeto de 17 años de edad, el cual puede absorber y controlar energía. No se sabe el límite de su poder pero al parecer es bastante elevado. Su piel obtuvo una consistencia más densa al igual que sus huesos, por lo cual es mucho más complicado causarle daño, pero no imposible. Sus pulmones, riñones, intestinos, entre otros, pasaron a ser órganos casi innecesarios ya que el sujeto se mantiene gracias a la energía que consume. Se tiene la hipótesis que si se le bloquea cualquier medio de alimentación este joven perecería, pero aún hay que probarlo. Su sangre ahora es más densa y toxica para cualquier humano. Sus ácidos gástricos terminaron convirtiéndose en una mezcla más que corrosiva. No se ha descubierto de que está compuesta pero es tan potente como para eliminar cualquier cosa biodegradable. Su musculatura se vio bastante beneficiada por su habilidad y consiguió una gran capacidad de reflejos. Fuera de todos estos beneficios es bastante obstinado, impulsivo y agresivo, pero se puede moldear.

Paro por un momento hasta que sonrió. Me volvió a mirar y dijo entre risas:

·         Estas calificado para el proyecto.

Al salir empecé a pensar en cómo me podría librar de todo esto. Había hecho esto cada minuto que pase en… esto. Cuando ya no sabía que más hacer me arrastró por el pasillo nuevamente y me dejaron en un lugar construido a base de vidrio, de manera una gran cantidad de personas podían verme. Al entrar soltaron todas las cadenas y me dejaron en un sitio en específico. Al estar frente a todos con una luz bastante fuerte apuntándome me sentí incomodo, pero podía sentir algo más que eso. Calor, provocado por la luz. Mi vista volvía a la normalidad de a poco y rápidamente se distorsiono dándome esa exquisita gama de colores por cada señal que captaba. Habían fallado otra vez. Apenas tuve la suficiente energía para pararme salte de mi sitio y arremetí contra el vidrio. Este retumbo y todos los presentes empezaron a reír, pero a medida que seguía golpeando se asustaron. Al parecer era un experimento, sin embargo no tenían estipulado que hiciera eso. No dejaría de mandar golpes al vidrio hasta que Marie irrumpió en mi cabeza.

·         Acabo con esto o tendré que detenerte.

La ignore completamente y logre romper el vidrio. Al caer de unos tres metros gane otro poco de energía por la fuerza ejercida por la superficie y con esta fue suficiente para poder recomponerme y empezar a correr hacia una salida. A la mitad del trayecto sentí como de mi espalda brotaban dos extensiones de energía y se sujetaban a las murallas. Marie volvió a protestar frente a mí actuar.

·         Marcus por favor. Detente.

Oír esa voz ahora después de lo que me hizo fue lo que catapulto todo mi odio hacia ella y desaparecieron las extensiones, pero cuando estaba a un paso de la libertad apareció Celso. Mi cuerpo simplemente recibió otras órdenes y se detuvo en el acto. Caí al piso con los ojos desorbitados y lo único que pude oír fue a Celso hablar del riesgo que yo representaba. En eso se acercó al bulto que me había convertido y dijo las siguientes palabras.

·         Prueba número tres exitosa. El sujeto no puede controlar su cerebro después de emitida mi orden. Ya tenemos control absoluto sobre él. Marie, prepáralo para la salida. Quiero que él sea el enemigo público número uno, y para eso, necesita mi ayuda.

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