Sign Of The Times

40. No te quiero

PDV LOUIS.

Habían pasado dos días desde que Harry me dejó, al cual no había vuelto a ver.

Estaba destrozado, le echaba de menos y le necesitaba ahora más que nunca.

No le creí cuando me dijo que no me quería, e iba a luchar por él, costara lo que costara.

Ahora mismo estaba de camino a casa de Brian. Le dieron el alta esta mañana, pero tenía que estar en reposo absoluto, ya que sus costillas estaban en estado de recuperación. Bueno, al igual que todo su cuerpo.

Al parecer, según me contó Logan, Harry y él ya se hablaban. No era una relación idílica, pero al menos le había perdonado. Y estaba feliz con eso. Sabía lo importante que era Brian para el ojiverde, y ahora esperaba que conmigo quisiese hablar.

Llamo al timbre, encontrándome con el ojiverde, el cual me mira, expectante.

- Hola- saludo.

- Hola.

- Vengo a ver a Brian.

Asiente, dejándome entrar.

Me paro en mitad del salón, observándole.

Evita mi mirada, y estaba tenso, manteniendo las distancias.

- ¿Cuándo piensas terminar con esta tortura?- digo, llamando su atención.

- No hay nada que terminar- dice, frío- entre tú y yo ya no hay nada, ni lo volverá a ver.

Me acerco hacia él, intentando que me mirase a los ojos.

- ¿Por qué haces esto?- susurro- mírame a los ojos y dime que no me quieres.

Me mira, serio, dejando caer sus brazos.

- No te quiero- dice, sin despegar su mirada de la mía, retándome.

- Eso es mentira- digo, cogiendo su rostro entre mis manos- Harry, por favor.

- Joder, Louis- escupe, separándose de mí- me equivoqué ¿vale? Sí, me atraes, pero ya. Pensaba que te quería, pero me he dado cuenta de que no. No quiero perder a nadie por ti, porque no mereces la pena. Solo empecé contigo para superar a Cole, y lo conseguí.

Un nudo se forma en mi garganta, pero me contengo, mirándole, anonadado.

No había ni un ápice de tristeza, temblor ni arrepentimiento en su mirada.

- Es bueno saber que me has utilizado- susurro- enhorabuena, has ganado.

Se cruza de brazos, impasible.

Niego con la cabeza, encaminándome hacia el cuarto de Brian, todavía en estado de shock con lo que acababa de decirme Harry.

Entonces ¿había jugado conmigo todo este tiempo? Ha conseguido engañarme bien, y ahora mismo me sentía idiota y roto por dentro.

Llamo a la puerta, a la espera de que respondiese.

- ¡Pasa!

Abro, encontrándole tumbado en la cama, jugando a la consola.

Su sonrisa desaparece de su rostro cuando me ve, pausando el juego.

Cierro la puerta, encaminándome hacia él, quedándome parado ahí.

- No te esperaba- dice, serio.

- Creo que tenemos que hablar.

Agacha la cabeza, lamiendo sus labios.

- Siéntate, si quieres.

Asiento, posicionándome en el colchón a su lado, mirándole.

- Perdóname- susurro, llamando su atención- tenía que habértelo contado. Te aseguro que cada día me arrepentía de no poder decirte nada, pero Harry-