OOO | epigraph

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Lo último que vió antes que todo se volviese negro, había sido a Bellamy mirarla asustado y luego, sintió el frío suelo bajo su cuerpo.

-¡D! -gritó Bellamy pero para ella, había sonado como un susurro.

un día antes.

-¿Tienes como defenderte? - Le preguntó, ella sacó de su pantalón el cuchillo que le había dado hace tiempo, sacándole una sonrisa al chico. -Cuidate ¿de acuerdo?

Ella asintió y depositó un beso en la mejilla de quien, ya consideraba su mejor amigo.

-No hagas ninguna estupidez mientras no estoy ¿vale? -

-Solo lo que deba hacer para sobrevivir - Se limitó a responder ganando una sonrisa de su amiga.

-Volveré en la mañana -

John le hizo una seña apuntando hacia arriba, y seguidamente, la ayudó a subir al muro.

-D- esta la miró - te quiero.

-también te quiero John-

Le dedicó una última sonrisa, y saltó hacia el otro lado.

Comenzando a buscar a sus amigos.

A medida que se adentraba más al oscuro bosque se arrepentía de haberse ido sola, pero ya era demasiada la culpa que sentía por no salir a buscar a Murphy, esta vez no podía quedarse de brazos cruzados. Y estaba más que claro que nadie ahí desobedeceria las órdenes de Bellamy, quien les prohibió salir.

La noche era fría y a su vista le estaba costando acostumbrarse a la falta de luz, iba pegada a los árboles, atenta a cualquier mínimo ruido o movimiento a su alrededor y al mismo tiempo intentaba recordar el sendero que escogía. Se sentía extraña a medida que avanzaba y el tiempo pasaba, como incómoda.

O quizá observada.

Sintiéndose amenazada en el suelo, comenzó a trepar el árbol más cercano a ella, tomándose el tiempo de ver a su alrededor detalladamente.

Se tensó sacando el cuchillo de su bolsillo al ver un arbusto moverse a unos metros de ella, trago saliva pesadamente sintiendo como comenzaba a sudar.

Pero de entre las hojas del arbusto solo salió un pequeño conejo rebelde que probablemente buscaba comida, soltó un suspiro bajando la guardia.

Sus ojos de abrieron de par en par al sentir una respiración chocando contra su nuca, sin ni siquiera pensarlo bien, saltó de la rama en la que estaba, una vez en el suelo comenzó a correr sin mirar atrás, pero escuchando como le pisaba los talones la persona desconocida

Estaba haciendo todo el esfuerzo para no gritar y llamar más la atención, al mismo tiempo que le imploraba a sus piernas más velocidad para salir viva de ahí, y su tembloroso cuerpo no estaba ayudando.

Al sentir que el terrestre ya estaba casi siempre su lado, empuñó el cuchillo como última esperanza, pero ya era tarde, unos enormes brazos la atraparon, haciendo que su cabeza choque con el torso contrario.

Y sin poder evitarlo, gritó.

- ¡Sueltame maldito hijo de perra! - moviéndose desesperadamente, consiguió clavarle el cuchillo en el abdomen al terrestre aunque también el punzante dolor en su muñeca.

Blind Lie: rompiendo barreras ━━ b.b | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora