❝ Dicen que el primer amor
es el más hermoso, doloroso
y ciego de todos. ❞
┈─ambos creyendo al otro muerto pero, sin querer admitirlo, avanzan en distintos caminos. Ahora con el arca en el suelo y una guerra a nada de explotar, las cosas se compl...
LAS CONVULSIONES QUE EMPEZÓ a emitir Lincoln los sacó de su burbuja, haciendo que la pelirroja notará la presencia de la rubia, a quien saludó con un simple asentimiento.
Analizó el Estado del terrestre, se lo veía muy lastimado, manchas de sangre adornaban su ropa, estaba encadenado en el suelo, como un prisionero.
— ¿Qué le pasó? — susurró más para si misma que para los demás
— es un destripador — contestó su amigo, viendo igual de atento a Lincoln en el suelo con Nyko y Clarke a su lado.
— Pasaron muchas cosas reina — habló suave Bellamy tomando el arma que había tirado al suelo repentinamente, volviendo a su lado en un parpadeo, dejando en claro que no quería separarse de ella. — ¿Él quien es?
Derieri miró al chico a quien apuntó, este apesar de haberlo oído, no le prestó ni la más mínima atención a su tono desconfiado.
— Su nombre es Sariel — lo presentó, pero Bellamy siguió viendola, esperando que le diese algo más para saber que era inofensivo — pasaron cosas Bell
Se limitó a responder, por como estaba la situación, no veía que fuese el momento de hablar, luego se pondrían al día, ahora no sólo le preocupaba el Estado de Lincoln, sino también el de su amiga.
Nyko, desplegó una tela, dejando ver muchos frascos de diferentes tamaños y formas, con líquidos amarillentos, negros y transparentes.
— ¿Qué es eso? — preguntó la rubia cuando lo vió destapar un frasco y colocarlo sobre la boca del herido.
— you gonplei ste odon — pronunció, alertando a la pelirroja, que miró a Sariel rápidamente, para saber si había entendido bien, cuando este le dió la afirmación, se apresuró a quitarle el pequeño vidrio de su mano, al mismo tiempo que la futura doctora impedía que aquella gota cayera en la boca de Lincoln, haciendo que el sacara un cuchillo de su cinturón, y Bellamy lo apuntara con el arma, listo para apuntar, mientras Sariel estaba listo para detener a su compañero si intentaba hacerle daño a la pelirroja.
— ¡apartate! — levantó la voz el Moreno de pecas — ¡Ahora!
— eso es lo que dicen antes que alguien muera —
— Quiere matarlo — aclaró Derieri a Octavia, sin preocuparle demasiado el cuchillo en mano
— yo nunca lo he visto — contradijo tirando el cuchillo lejos de el, Sariel se aproximó a su amiga, tomandola del brazo para alejarla unos pasos, siendo observados atentamente por el chico armado.
— Tenemos que irnos — escuchó una séptima voz entre ellos, dirigió su mirada a la escotilla, encontrándose con la cabellera de Finn — El campamento se va
— ¡Tu! ¡Asesino! — se oyó un grito, y en un parpadeo todo se descontroló, Nyko estaba ahorcando a Finn, Octavia frente a ellos impidiendo que su hermano disparara, Clarke intentando calmar a todos y Sariel apoyado en una esquina sin importarle mucho el destino de esto. — Masacraste a mi pueblo, ancianos, niños ¡inocentes!
Derieri quien había tomado el palo de descarga eléctrica, se quedó estática un momento al oír aquello.
¿Qué tanto se había perdido esos días? No sonaba real, Finn Collins, el chico pacifista matando a sangre fría ¿por qué? Eso era algo que creería de John Murphy, incluso de Bellamy, pero de él jamás
Volvió a la realidad al ver al mismo quedarse sin aire, por lo que rodeando rápido la escotilla, le dió una descarga eléctrica al terrestre con sed de Justicia, haciendo que este perdiera fuerza y la mirasen.
— Lo siento — le dijo al curandero, por un momento lo único que se oyó fueron sus respiraciones aceleradas, y extrañada por no oír a su novio, Octavia lo miró.
— Lincoln — corrió hacia él, agachandose a su lado — ya no respira
Clarke la siguió, mientras Derieri volvió a acercarse a Sariel, viendo como Clarke intentaba reanimar al chico, hasta que lo logró, viendo como los músculos de Octavia se relajaban.
— estaba muerto ¿cómo hiciste eso?
— ¿trataste de recuperar a destripadores? — asintió — ¿y morían así?
La misma respuesta hizo que algo en la mente de Clarke se prendiera.
— ¿En que loca idea piensas rubia? — llamó su atención, conociendo aquella cara
— Sé cómo parar el ataque. Negociemos, si mi madre salva a Lincoln... — y fué hasta ahí donde escuchó la pelirroja, antes de tensar su cuerpo completamente ¿Abby? Entonces ¿sobrevivió?
— Oye — la interrumpió, llamando la atención de todos — ¿escuché bien? ¿Tu madre?
— Si — afirmó, sabiendo que la noticia no le agradaría del todo — el arca esta aquí.
Suspiró, sin saber realmente como reaccionar, simplemente calló y dejó que la rubia contara su plan, y justo antes que la rubia bajara por las escaleras le habló.
— Clarke — esta la miró — ¿Kane?
Ambos blakes parecieron incomodarse ante la pregunta, no era un secreto para ellos dos lo importante que era él para ella, mientras la rubia se extrañó
— Uhm, estuvo unos días pero desapareció con un grupo de búsqueda, según Jaha, los terrestres lo tienen — contestó, notando el ambiente tenso que se había instalado — puedes venir conmigo si quieres, Murphy esta allá
— dejame disfrutar mis últimos momentos de libertad — negó, sintiendo algo de alivio que su amigo no hubiese sido mutilado por los terrestres, cuando se fué. — Viendo que Clarke y Finn tardarán ¿Pueden explicarme que tanto ha pasado? —
•••
Estaba mucho más pérdida de lo que pensaba, después de Octavia y Bellamy le resumieran gran cantidad de los sucesos había quedado unos minutos en silencio, analizando toda la información.
Y ella que había Estado tan tranquila con Sariel, mientras sus amigos estaban encerrados en una montaña llena de psicópatas.
— ¿Y tu? ¿Dónde estabas? Nadie te vió después de que cerraron las puertas, creímos lo peor — la miró Octavia quien se había sentado a su lado y entrelazado sus manos.
— resumiendo, un terrestre me llevaba a rastras cuando recuperé la conciencia, al rato Sariel me salvó — le sonrió al mencionado, que solo la miraba neutral como siempre, y solo la apartó cuando Bellamy se le acercó, ambos se vieron en silencio, como queriendo descifrar las intenciones del otro.
Ambas chicas pasaban sus ojos alterna mente, alertas a cualquier disputa, sin embargo, el de pecas habló.
— Gracias, por ayudarla, es muy importante para la mayoría aquí — señaló, Sariel analizó su comportamiento, más al no encontrar algún mensaje oculto entre líneas solo asintió, y Bellamy se acercó a la pelirroja, acariciando su largo cabello, ella le sonrió en respuesta.
Estaba de vuelta en casa, lastima que en unas horas, esa casa se volvería una prisión, otra vez.
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