OO1 | living with the enemy

1.5K 116 11
                                    

conviviendo con el enemigo

- MUEVETE, NO LE TENGAS MIEDO, tenle coraje. - Decía tranquilamente el castaño a la pelirroja de respiración entrecortada y bañada en sudor.

-Maldición Sariel, estoy cansada, detengamonos un momento - clavó la espada prestada en la tierra, apoyándose en ella, jadeante en busca de regular su respiración.

-No puedes decidir cuando terminar una lucha, anda, otra vez- ambos se colocaron dispuestos a seguir peleando, a comparación de la cansada y agitada chica, el terrestre frente a ella estaba casual, como si de estar sentado viendo una hormiga llevar su comida se tratara. - No mires tanto tus movimientos, presta atención a lo que hará tu contrincante y confía en tus reflejos.

A Derieri le estaba costando más de lo normal, el hecho de tener que usar su mano izquierda para que la derecha sanase, no la estaba ayudando, sin embargo, su acompañante opinaba lo contrario, ella debía acostumbrarse a tener agilidad de ambos lados, más aún sabiendo que su muñeca derecha no solía querer cooperar.

- Bien, descansa - Bufó el chico en cuanto notó que ella estaba perdiendo fuerza, esa última palabra fué como música, se desplomó en el suelo, dejando la espada a un lado. - Deberás trabajar esa resistencia.

Oyó sus casi inaudibles pasos alejarse unos pocos metros de su ubicación, restándole importancia, seco el sudor de su frente con el borde de su musculosa.

-Me crié en una nave donde si chocabas con alguien o rompías algo, te flotaban ¿qué esperabas? - se quejó volviendo a verlo, este estaba frente a ella, ofreciéndole un recipiente con agua, el cual aceptó y tomó de un solo sorbo. - gracias.

simplemente asintió y se acercó a un árbol para sentarse y apoyar su anatomía en el mismo.

- La verdad esque creí que estarías peor considerando que llevamos casi cuatro horas. Quiero decir, eres inútil por ahora, pero al menos no eres desechable. -

Cerró sus ojos evitando ver la mueca de indignación de Derieri, quien le arrojó una nuez que había en el suelo, la cual Sariel esquivó con facilidad.

- Al menos finge que estoy mejorando- entrecerró la mirada, fulminandolo.

-Lo estas haciendo, al ritmo de un niño pero lo haces - La complació, haciendo dudar a la pelirroja si lo decía porque se lo pidió o realmente estaba avanzando. - Ya descansaste mucho, sigamos.

- ¡Ha pasado un minuto! - exclamó sin ganas de seguir luchando, él la miró desde arriba serio por lo cual bufando, se levantó de su sitio. -Repiteme el por qué debo aprender tanto.

- Ya te lo dije, no sé como sean las cosas de donde vienes pero aquí, si no aprendes a defenderte no durarás mucho, tu poca velocidad no te salvará siempre. - al oír solo quejas de parte del contrario, Derieri frunció el ceño y algo molesta comenzó a darle lucha con la espada, haciendo que el castaño tuviese que retroceder unos cuantos pasos.

- ¿No podríamos intentar negociar la paz otra vez? Tu no me mataste - ambos seguían dando golpes con el metal a diestra y siniestra, avanzando, retrocediendo y girando.

- No creo que quieran después de lo que pasó en tu campamento, de cualquier manera, aunque tuvieses a la comandante de tu lado no todos los clanes estarían de acuerdo - una mueca se generó en su rostro al mencionar los clanes.

-¿Clanes? ¿Estan divididos por clanes? - se sorprendió la chica

- Doce clanes, con más de doscientas personas en cada uno, se dividen por zona, el clan con el que usualmente se enfrentan ustedes se apoda Trikru o Trigedakru, como desees - dió la vuelta a un árbol flacucho, evitando un espadazo de la contraria, esta le sonrió sutilmente - No presumas, otra vez, anda.

Blind Lie: rompiendo barreras ━━ b.b | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora