OO4 | reunion

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Reencuentro

SUS MANOS TEMBLARON Y comenzaron a sudar, desde donde estaban, no se veía nadie, el campamento estaba desierto, sin rastro de vida, abandonado.

Un nudo se creó en su garganta, temiendo lo peor, su vista estaba tiesa en la nave a pocos metros, no fué que reaccionó hasta que su acompañante jaló de su brazo, dejandola atrás de él.

Lo miró confundida con sus ojos oscuros brillando por las cristalinas lágrimas que amenazaban por salir pero este no le prestaba atención, miró a que o quien le apuntaba con su arco.

Era un hombro mayor, un terrestre de grandes ojos azules, tatuajes adornaban su cara junto a una larga barba, mientras su cabello caía en despeinadas rastas. Levantaba sus manos pacíficamente, sin intención de atacarlos o eso queriendo aparentar, sus ojos miraron con sorpresa a Sariel cuando el mismo relajo sus músculos y bajó la Guardia.

¿Por qué? Habían encontrado varios terrestres, y a todos los había matado sin titubear.

— ¿Qué haces aquí Nyko? — le habló con aquella peculiar neutralidad que tenía mientras el contrario bajaba las manos y se relajaba también, aquello hizo entender que se conocían.

— Lo mismo que tu, salvando a una chica de Skaykru — apuntó a la pelirroja quien al oírlo se acercó imprudentemente a él.

— ¿una chica? ¿Quién? ¿Están bien todos? —

— Haces muchas preguntas niña, a las que no puedo contestar, yo solo vengo a saldar una deuda — sin prestarle más atención comenzó a caminar rápido hacia la nave, Derieri miró hacia su amigo y siguió las pisadas del terrestre.

Poco a poco el nudo en su garganta desaparecía, mientras más se acercaban a aquellas oxidadas chapas de hierro, volvía a tener esperanzas, lo cual no era muy bueno, ya que si resultaba que allí no estaban las personas que ella esperaba, el dolor se sentiría más fuerte.

Su corazón latió fuertemente al ver aquella cabellera castaña correr el paracaídas que usaban de cortina y salir de la nave con expresión afligida para después poder oír un grito proveniente del Interior.

El llamado Nyko se le adelantó, tomando por sorpresa a la Blake menor, estaba sobresaltada por la poca sutilidad que había tenido al tomarla, por lo que la shusheaba intentando calmarla, hasta que lo hizo.

—¿Nyko? ¿Qué haces aquí? — la voz de la morocha había sonado como música para sus oídos, la última vez que la había visto había sido en medio de toda la pelea, cuando Lincoln se la llevó herida, con el corazón en la boca dió lentos pasos hacia su dirección, haciéndose notar. — ¿D?

Ambas quedando estáticas un momento, se acercaron con ansias a la otra, y con sus ojos cristalinos se fundieron en un abrazo

— estas viva — susurró Octavia sin soltarla sintiendo como las lágrimas bajaban por su rostro, ella simplemente susurró un “si” y se dedicó a contener sus lágrimas, levantando la comisura de sus labios suavemente. Separándose del abrazo, entrelazaron sus manos — Bellamy estará feliz también

Esa fué la gota que derramó el brazo, sintiendo una ola de alivio dejó salir las lágrimas, lo sabía, estaba vivo.

— ¿Quién es? — preguntó Octavia mirando sobre el hombro de su amiga, con mirada desconfiada, el chico apoyado en el árbol se encargaba solo de mirar la escena de brazos cruzados

— Él es Sariel, es la razón por la que estoy viva, es bueno — asintió apartando las lágrimas de su rostro, a cada segundo que pasaba se sentía más ansiosa de entrar a esa nave

— no hay tiempo para esto — intervino Nyko, separandolas — nuestros guías ya llegaron, la Comandante cumplirá su palabra, si no te vas, vas a morir — se dirigió a la morocha — Octavia, tu me salvaste la vida, ahora dejame salvar la tuya, Lincoln lo hubiera querido.

Y como si de una alarma se tratara, se oyó otro grito más, poniendo más impaciente a la pelirroja

— ¿Y eso? — preguntó

— Ese es Lincoln — respondió bajando la mirada, buscando la mano de su pálida amiga, la cual la apretó ligeramente, sin entender muy bien que pasaba, se encaminaron a la nave, la pelirroja tirando del brazo de Sariel quien no se veía convencido de entrar.

Octavia fué la primera en subir por las escaleras, seguida de Nyko.

— ¿Podrías subir tu primero y ayudarme allá arriba? — Levantó su muñeca mala en dirección de Sariel, este suspirando, asintió e hizo lo pedido, a cada pisada que hacia para subir sonaba como un reloj, la impacientaba más, quería verlo, asegurarse que no había oído mal.

—¡Bellamy no! Es amigo de Lincoln y es curandero — escuchó a Octavia, no, no había oído mal, allí arriba a unos pocos pasos, estaba él. — Alguien más va a subir

Esta vez la escuchó más tranquila, por lo que supuso que ya todo había calmado. Sariel terminó de subir la escalera, compartiendo una mirada con Bellamy, quien veía atentamente la escotilla, el terrestre se agachó para poder extenderle su mano a Derieri, quien tardando unos segundos en despegar su mano buena de los barrotes y tomar la de Sariel, hizo una pequeña mueca al tener que aferrarse una fracción de segundo con la mala.

Sariel jaló de ella, y Bellamy pudo sentir su corazón salirse del pecho al reconocer esa melena rojiza y despeinada mostrarse por la escotilla, a penas y había estado de pie cuando soltó el arma que tenía en mano y caminó con velocidad hacia ella, Derieri no tuvo ni tiempo de reaccionar cuando su cuerpo se vió envuelto en dos fuertes brazos, y el rostro del contrario se escondió en su hombro.

Reconoció el aroma enseguida, como no hacerlo? Incontables veces había sentido como la embriagaba, respondió al abrazo con la misma fuerza o quizá más, y si pensaba que ya no tendría lágrimas para llorar, estaba muy equivocada, en cuestión de segundos su cara estaba bañada en las mismas, estaba ahí, estaba bien, a salvo y en una sola pieza.

— Dime que no estoy alucinando porfavor — susurró con voz quebrada, proporcionando más lágrimas a la chica.

— no, no lo haces — respondió de la misma forma, intentando apegarse más entre ellos si era posible. Bellamy soltó una enorme sonrisa, en cuanto había visto a Clarke sin ningún rastro de la pelirroja, se había mentalizado que estaba muerta, pero no era así, ahí estaba ella, tan deslumbrante como siempre la había visto.

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Blind Lie: rompiendo barreras ━━ b.b | PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora